1/06/2020, 14:45
(Última modificación: 1/06/2020, 14:46 por Himura Hana.)
—¿Que clase de fantasías te ha contado Ren de los samuráis? Si son gente normal y corriente. En fin, por lo menos ya has visto a uno. Cuando te cuente una fantasía loca de las suyas, acuérdate que tu has visto uno de verdad. Hana uno, Ren cero.
Hana no pudo evitar reir ante el marcador de Reiji. Tecnicamente, era uno a uno, porque Ren vivía con un samurai, pero no se molestó en corregirle.
— Sí, es cierto que Ren los tiene un poco idealizados, pero si eso le sirve para aspirar a ser mejor, no voy a ser yo quien la detenga. Además, le hace mucha ilusión llegar a ser tan heroica y honorable como ella se imagina a los samurais. — una sonrisa afable se posó en sus labios al pensar en la expresión de su hermana cuando habla de los espadachines.
Hasta que les interrumpieron.
— Vamos, está el jefe esperando, zopencos holgazanes
— Vamos. — le dijo a Reiji, andando hacia la puerta, pero se detuvo antes de llegar a ella para que fuese él el que fuese delante.
Hana no pudo evitar reir ante el marcador de Reiji. Tecnicamente, era uno a uno, porque Ren vivía con un samurai, pero no se molestó en corregirle.
— Sí, es cierto que Ren los tiene un poco idealizados, pero si eso le sirve para aspirar a ser mejor, no voy a ser yo quien la detenga. Además, le hace mucha ilusión llegar a ser tan heroica y honorable como ella se imagina a los samurais. — una sonrisa afable se posó en sus labios al pensar en la expresión de su hermana cuando habla de los espadachines.
Hasta que les interrumpieron.
— Vamos, está el jefe esperando, zopencos holgazanes
— Vamos. — le dijo a Reiji, andando hacia la puerta, pero se detuvo antes de llegar a ella para que fuese él el que fuese delante.