1/06/2020, 15:33
Llegó el último día, su último combate en el Torneo. Desde los camerinos se escuchaba con más fuerza los gritos de los espectadores, el estadio estaba a reventar; incluso la guardia parecía haberse doblado para proteger a todos los señores feudales que ahí se encontraban.
«Bueno... Ha llegado el momento...»
El momento de demostrar lo que valía, hasta ahora no había conseguido gran cosa en el Torneo. En primera ronda había perdido estrepitosamente contra Ranko, eso era imposible de ganar. En segunda ganó, pero para él no tenía ningún mérito, su rival ni se presentó a combatir, había pasado de ronda si... ¿Pero estaba lo suficientemente capacitado para luchar por el quinto puesto siquiera?
Esta duda le llevaba rondado por la cabeza desde la ronda anterior y, dentro de lo malo, eso le había ayudado a esforzarse. El entrenamiento había dado sus frutos y ahora se veía capaz de defenderse siquiera.
«Tengo que dar un buen espectáculo.»
Le tocaba contra una tal Himura Ren, de Amegakure. No tenía ni idea de quien era ni de sus habilidades, podría haberse acercado a la residencia amejin y preguntarle a Kisame, seguro que el la conocía, pero estuvo muy entretenido entrenando su Raiton.
Un samurai llegó para darle la entrada y, ya casi rutinariamente, se dirigió hacia la puerta. Los gritos se escuchaban con fuerza, el publico jaleaba con ganas aunque esto fuera un combate de menor categoría. Los portones comenzaron a abrirse y el kazejin salió decidido, y nervioso, hacia su posición en el ring.
Al llegar al centro primero saludaría con una profunda reverencia a tribuna de los kages; posteriormente, con una reverencia ligeramente menor, a los daimyōs; y, para finalizar, otra al ensordecedor público del Remolino.
Sin mediar palabra alguna realizó el Sello de Confrontación y cuando la amejin hubiera respondido, sin demora alguna, retrocedería un par de metros de un salto. Mientras sacaría de su portaobjetos un pergamino pequeño y lo desplegó, del cual salió Mono. Ya con los pies en el suelo volvió a retroceder lentamente, mientras su marioneta se elevaba en el aire frente a él en una posición defensiva, esperando a ver cual era el primer movimiento de la joven de la Lluvia.
«Bueno... Ha llegado el momento...»
El momento de demostrar lo que valía, hasta ahora no había conseguido gran cosa en el Torneo. En primera ronda había perdido estrepitosamente contra Ranko, eso era imposible de ganar. En segunda ganó, pero para él no tenía ningún mérito, su rival ni se presentó a combatir, había pasado de ronda si... ¿Pero estaba lo suficientemente capacitado para luchar por el quinto puesto siquiera?
Esta duda le llevaba rondado por la cabeza desde la ronda anterior y, dentro de lo malo, eso le había ayudado a esforzarse. El entrenamiento había dado sus frutos y ahora se veía capaz de defenderse siquiera.
«Tengo que dar un buen espectáculo.»
Le tocaba contra una tal Himura Ren, de Amegakure. No tenía ni idea de quien era ni de sus habilidades, podría haberse acercado a la residencia amejin y preguntarle a Kisame, seguro que el la conocía, pero estuvo muy entretenido entrenando su Raiton.
Un samurai llegó para darle la entrada y, ya casi rutinariamente, se dirigió hacia la puerta. Los gritos se escuchaban con fuerza, el publico jaleaba con ganas aunque esto fuera un combate de menor categoría. Los portones comenzaron a abrirse y el kazejin salió decidido, y nervioso, hacia su posición en el ring.
Al llegar al centro primero saludaría con una profunda reverencia a tribuna de los kages; posteriormente, con una reverencia ligeramente menor, a los daimyōs; y, para finalizar, otra al ensordecedor público del Remolino.
Sin mediar palabra alguna realizó el Sello de Confrontación y cuando la amejin hubiera respondido, sin demora alguna, retrocedería un par de metros de un salto. Mientras sacaría de su portaobjetos un pergamino pequeño y lo desplegó, del cual salió Mono. Ya con los pies en el suelo volvió a retroceder lentamente, mientras su marioneta se elevaba en el aire frente a él en una posición defensiva, esperando a ver cual era el primer movimiento de la joven de la Lluvia.