5/06/2020, 15:50
Juro observó a la chica y comprendió dos cosas: tenía alguna clase de comunicador (al igual que Datsue se comunicaba con Juro) y su habilidad ninja no era muy buena, así como su voluntad. Hacía lo que le decían y sus sellos eran torpes. Entonces, comprendió que no era rival para él. Al menos, en términos de ninjutsu. Sin embargo, era muy discreta y ese era el problema. En caso de necesitarlo, podía confrontarla y probablemente, ganaría, pero necesitaba encargarse de ella de manera más discreta aún si no quería que cundiera el caos.
Escuchó su conversación y creyó entender algo: parecía que alguien más estaba haciendo algo en ese momento.
Mierda. Eso no era bueno.
— No la entiendo muy bien, pero creo que hay otra persona actuando en otra parte con la que se está comunicando. Ten cuidado y avisame si ves algo extraño — susurró Juro, aún desde la distancia y oculto de ella. No cayó en el detalle de que ahora, no estaba usando su voz, sino una mucho más viril y profunda, del hombre en el que ahora se había convertido. —. Voy a distraerla .
De momento, su objetivo iba a ser ese. Podía esperar para ver qué más información obtenía, pero, mientras tanto, esa chica haría de las suyas y Datsue volvería a perder su oportunidad de ganar la prueba.
El marionetista confiaba en sus habilidades: detenerla la iba a detener. Que fuera de una manera pacífica, pues... tendría que verse. Desde luego esta vez iba atento y mucho más preparado. No iba a comerse ningún otro golpe por fingir ser un civil.
— Buenos días señorita. Disculpeme — La muchacha, inmersa o no en su técnica, se vería interrumpida tan pronto que poco podría hacer contra el Uchiha. Ante ella, se alzaría la imponente apariencia nueva del hombre en el que se había disfrazado Juro. Estaba parado frente a ella (a una distancia prudencial de medio metro, para evitar sorpresas) y la estaba mirando directamente, esperando su reacción.
Esta vez, no iba a ser un incidente que la distrajera solo unos segundos. Iban a conversar. Juro había pensado que no necesitaba sacarla de la partida de una manera vistosa. Tan solo con que ella misma se de cuenta de que alguien la está observando, ya no podría actuar tan libremente. Planeaba ganar tiempo. Tiempo para evitar una confrontación que, lamentablemente, podría acabar ocurriendo.
De momento, vigiló bien sus movimientos. El resto de personas estaban quietas, pero si ella le golpeaba de una manera fuerte o que provocara que se desconcentrase, entonces la transformación se desharía. Por eso, no podía pillarle con la guardia baja.
Escuchó su conversación y creyó entender algo: parecía que alguien más estaba haciendo algo en ese momento.
Mierda. Eso no era bueno.
— No la entiendo muy bien, pero creo que hay otra persona actuando en otra parte con la que se está comunicando. Ten cuidado y avisame si ves algo extraño — susurró Juro, aún desde la distancia y oculto de ella. No cayó en el detalle de que ahora, no estaba usando su voz, sino una mucho más viril y profunda, del hombre en el que ahora se había convertido. —. Voy a distraerla .
De momento, su objetivo iba a ser ese. Podía esperar para ver qué más información obtenía, pero, mientras tanto, esa chica haría de las suyas y Datsue volvería a perder su oportunidad de ganar la prueba.
El marionetista confiaba en sus habilidades: detenerla la iba a detener. Que fuera de una manera pacífica, pues... tendría que verse. Desde luego esta vez iba atento y mucho más preparado. No iba a comerse ningún otro golpe por fingir ser un civil.
— Buenos días señorita. Disculpeme — La muchacha, inmersa o no en su técnica, se vería interrumpida tan pronto que poco podría hacer contra el Uchiha. Ante ella, se alzaría la imponente apariencia nueva del hombre en el que se había disfrazado Juro. Estaba parado frente a ella (a una distancia prudencial de medio metro, para evitar sorpresas) y la estaba mirando directamente, esperando su reacción.
Esta vez, no iba a ser un incidente que la distrajera solo unos segundos. Iban a conversar. Juro había pensado que no necesitaba sacarla de la partida de una manera vistosa. Tan solo con que ella misma se de cuenta de que alguien la está observando, ya no podría actuar tan libremente. Planeaba ganar tiempo. Tiempo para evitar una confrontación que, lamentablemente, podría acabar ocurriendo.
De momento, vigiló bien sus movimientos. El resto de personas estaban quietas, pero si ella le golpeaba de una manera fuerte o que provocara que se desconcentrase, entonces la transformación se desharía. Por eso, no podía pillarle con la guardia baja.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60