6/06/2020, 17:25
—D-De acuerdo
Ay, dios. Pero, ¿qué acababa de hacer? ¿Qué le acababa de pedir? ¿¡Y por qué ella estaba aceptando!? Hana asintió como afirmando la afirmación de Ren y después buscó las galletas que le había pasado su hermana. Aprovechó que la morena se movía a cambiarse para sentarse en el borde de la cama y volver a limpiarse la cara. Abrió el paquete de galletas y empezó a devorarlo para mantener su boca ocupada y no soltar ninguna perla más.
Solo alzó la mirada una vez, justo cuando un destello se colaba por la ventana, iluminando momentaneamente la estancia por completo. Hana le vio la espalda a Ren, vio que había algo en su espalda, un tatuaje, por descarte. ¿De qué? Apenas le dio tiempo a asimilar que había algo antes de caer en la penumbra de nuevo. Le parecía bastante sorprendente que tuviese tal tatuaje dada su edad, pero lo dejó pasar cuando el trueno siguió al relampago.
— ¿Prefieres quedarte el lado de la pared?
— M-me da igual, pe-pe-pero ¿podemos irnos ya a dormir? No puedo más. — dejó las galletas en la mesita y esperó a que Ren la acompañase para taparse ambas, Hana entera, incluyendo la cabeza bajo la sabana.
Ay, dios. Pero, ¿qué acababa de hacer? ¿Qué le acababa de pedir? ¿¡Y por qué ella estaba aceptando!? Hana asintió como afirmando la afirmación de Ren y después buscó las galletas que le había pasado su hermana. Aprovechó que la morena se movía a cambiarse para sentarse en el borde de la cama y volver a limpiarse la cara. Abrió el paquete de galletas y empezó a devorarlo para mantener su boca ocupada y no soltar ninguna perla más.
Solo alzó la mirada una vez, justo cuando un destello se colaba por la ventana, iluminando momentaneamente la estancia por completo. Hana le vio la espalda a Ren, vio que había algo en su espalda, un tatuaje, por descarte. ¿De qué? Apenas le dio tiempo a asimilar que había algo antes de caer en la penumbra de nuevo. Le parecía bastante sorprendente que tuviese tal tatuaje dada su edad, pero lo dejó pasar cuando el trueno siguió al relampago.
— ¿Prefieres quedarte el lado de la pared?
— M-me da igual, pe-pe-pero ¿podemos irnos ya a dormir? No puedo más. — dejó las galletas en la mesita y esperó a que Ren la acompañase para taparse ambas, Hana entera, incluyendo la cabeza bajo la sabana.