7/06/2020, 18:45
Como chica disciplinada y presidenta del consejo, Hana tenía un horario establecido, incluso en fin de semana. Aquel domingo, el horario se fue a tomar por culo. Su despertador se había quedado en el estudio y tras un dia de llamadas y nada de carga, se había quedado sin bateria antes de sonar la primera vez, a las seis. Así que cuando el sol apareció por su ventana, la rubia estaba profundamente dormida.
Sin embargo, las necesidades biologicas no se quedan sin bateria y pronto tuvo que ponerse en pie para ir al baño. Lo hizo. Se levantó y se dirigió al baño con lentitud, aún con los ojos cerrados y la cabeza pensando en volver a la cama. Siguió el ritual de forma impecable. Levantar tapa, bajar pantalones y bragas, sentarse, orinar, limpiarse, subir pantalones, bajar tapa, tirar de la cadena y salió del baño. Todo de forma completamente automatizada porque apenas había abierto los ojos.
Volvió a la cama, buscando la posición en la que llevaba toda la noche de nuevo. Cualquier posición que te deja en un sueño tan profundo era buena sí o sí. Buscó la blanda almohada sobre la cual había puesto la cabeza, después se acurrucó y buscó con la mano la otra mano con la que se había entrelazado anteriormente. Una vez todo estuviese en su sitio respiraría profundamente dispuesta a volverse a dormir.
Escuchaba aquel latido tan constante pero le faltaba algo, anoche había un sonido más de fondo. Una nana. Eso despertó una neurona y esa neurona, alarmada, despertó al resto, mientras, Hana estaba completamente quieta.
¿Una nana? ¿Una mano? Dio un suave apretón para asegurarse. Sí, era una mano. Quiso alarmarse, sinceramente quería, pero todo su cuerpo quería quedarse allí para siempre. ¿Qué había de malo? Además, ella estaba dormida, solo tenía que hacerse la dormida hasta que Ren se fuese y entonces ya vería como manejar la situación. Aún con los ojos cerrados, volvió a respirar profundamente, esta vez buscando retomar el dormir justo donde lo había dejado.
Sin embargo, las necesidades biologicas no se quedan sin bateria y pronto tuvo que ponerse en pie para ir al baño. Lo hizo. Se levantó y se dirigió al baño con lentitud, aún con los ojos cerrados y la cabeza pensando en volver a la cama. Siguió el ritual de forma impecable. Levantar tapa, bajar pantalones y bragas, sentarse, orinar, limpiarse, subir pantalones, bajar tapa, tirar de la cadena y salió del baño. Todo de forma completamente automatizada porque apenas había abierto los ojos.
Volvió a la cama, buscando la posición en la que llevaba toda la noche de nuevo. Cualquier posición que te deja en un sueño tan profundo era buena sí o sí. Buscó la blanda almohada sobre la cual había puesto la cabeza, después se acurrucó y buscó con la mano la otra mano con la que se había entrelazado anteriormente. Una vez todo estuviese en su sitio respiraría profundamente dispuesta a volverse a dormir.
Escuchaba aquel latido tan constante pero le faltaba algo, anoche había un sonido más de fondo. Una nana. Eso despertó una neurona y esa neurona, alarmada, despertó al resto, mientras, Hana estaba completamente quieta.
¿Una nana? ¿Una mano? Dio un suave apretón para asegurarse. Sí, era una mano. Quiso alarmarse, sinceramente quería, pero todo su cuerpo quería quedarse allí para siempre. ¿Qué había de malo? Además, ella estaba dormida, solo tenía que hacerse la dormida hasta que Ren se fuese y entonces ya vería como manejar la situación. Aún con los ojos cerrados, volvió a respirar profundamente, esta vez buscando retomar el dormir justo donde lo había dejado.