8/06/2020, 20:54
Para su desgracia, Ren, en vez de aceptar que era una idiota e irse a freir esparragos o a meterse el bote de pomada por donde le había sugerido, la siguió de inmediato. Para cuando llegó a la cocina ya la tenía detrás.
— Espera ¿Han llegado ya siquiera esos dos? Luego nosotros seremos las "irresponsables"
Le daba tanta rabia como vergüenza, una combinación que Ren no paraba de despertar en ella. Para un momento, un solo momento, en que había pensado cosas buenas de ella, pum, lo había destrozado con su idiotez. Quería matarla, si había sobrevivido a un pomadazo, seguro que sobrevivía a un sartenazo, ¿no? Pero claro, como ella también era idiota, se sentía en deuda con Ren por lo de la noche anterior.
— Pues no tengo ni idea, coge tus piececitos de tonta del culo y te vas a mirar en su habitación. — le contestó sin voltearse a mirarla, sabía que si la miraba estaba perdida, con esos ojos zafiro y esos labios rosados.
Negó con la cabeza mientras rebuscaba en los armarios de la cocina para ir sacando ingredientes, harina por aquí, azúcar por allá y un par de cosas más, después fue a la nevera a por la leche. Iba a hacer tortitas, un desayuno digno de un domingo.
— Espera ¿Han llegado ya siquiera esos dos? Luego nosotros seremos las "irresponsables"
Le daba tanta rabia como vergüenza, una combinación que Ren no paraba de despertar en ella. Para un momento, un solo momento, en que había pensado cosas buenas de ella, pum, lo había destrozado con su idiotez. Quería matarla, si había sobrevivido a un pomadazo, seguro que sobrevivía a un sartenazo, ¿no? Pero claro, como ella también era idiota, se sentía en deuda con Ren por lo de la noche anterior.
— Pues no tengo ni idea, coge tus piececitos de tonta del culo y te vas a mirar en su habitación. — le contestó sin voltearse a mirarla, sabía que si la miraba estaba perdida, con esos ojos zafiro y esos labios rosados.
Negó con la cabeza mientras rebuscaba en los armarios de la cocina para ir sacando ingredientes, harina por aquí, azúcar por allá y un par de cosas más, después fue a la nevera a por la leche. Iba a hacer tortitas, un desayuno digno de un domingo.