8/06/2020, 22:12
Era idiota. Su padre apareció justo cuando acababa de hacer las tortitas, seguramente atraido por el olor.
— ¿Tortitas? ¿Celebramos algo? — preguntó rascandose la nunca y bostezando.
Hana se giró a contestarle para encontrarselo sin camiseta.
— ¡Papá! Por dios. — le instó su hija tirandole un trapo como si con eso se fuese a tapar mucho.
— ¿Qué pasa? Ni que fuese la primera vez que me ves así.
— Ren está en el salón, ¿quieres que te vea así?
— Ahora somos familia, habrá que acostumbrarse a las cosas que tiene cada uno.
Se llevó una mano a la cara, masajeandose los ojos, no podía lidiar con todo al mismo tiempo. Agarró los dos platos que había preparado, porque era idiota, y se dirigió al salón, porque era idiota. Dejó el plato con tres tortitas y tres montones de nata alrededor de las tortitas delante de Ren. Su plato con tres tortitas, los cubiertos y el tarro de miel.
No miró a su hermanastra, aún tenía algo de rubor en las mejillas, pero como era idiota, al final le había traído las tortitas. Era idiota.
— Si querías sirope, haberlo cogido, que ayer te llevé a comprar. — ahí estaba, dejando claro que ahí mandaba ella, aunque no se lo creía ni ella.
Había dividido las tortitas en cuatro, para que todos los integrantes de la casa tuviesen las mismas. Y como era idiota, le pareció muy cruel dejar a Ren sin tortitas, y claro, ya que se las daba, ¿por qué no echarle un poco de nata? Si tenían un bote y no le costaba nada.
Conclusión, era idiota.
Empezó a echarse la miel sobre las tortitas, dirigiendo su atención a la televisión con intención de disimular o cambiar de tema. De nuevo, sin mirar a Ren.
— ¿Qué ves?
Por suerte, su padre no apareció descamisado. Ni camisado. Dios sepa qué hacía. Hana no le dedicó un segundo pensamiento.
— ¿Tortitas? ¿Celebramos algo? — preguntó rascandose la nunca y bostezando.
Hana se giró a contestarle para encontrarselo sin camiseta.
— ¡Papá! Por dios. — le instó su hija tirandole un trapo como si con eso se fuese a tapar mucho.
— ¿Qué pasa? Ni que fuese la primera vez que me ves así.
— Ren está en el salón, ¿quieres que te vea así?
— Ahora somos familia, habrá que acostumbrarse a las cosas que tiene cada uno.
Se llevó una mano a la cara, masajeandose los ojos, no podía lidiar con todo al mismo tiempo. Agarró los dos platos que había preparado, porque era idiota, y se dirigió al salón, porque era idiota. Dejó el plato con tres tortitas y tres montones de nata alrededor de las tortitas delante de Ren. Su plato con tres tortitas, los cubiertos y el tarro de miel.
No miró a su hermanastra, aún tenía algo de rubor en las mejillas, pero como era idiota, al final le había traído las tortitas. Era idiota.
— Si querías sirope, haberlo cogido, que ayer te llevé a comprar. — ahí estaba, dejando claro que ahí mandaba ella, aunque no se lo creía ni ella.
Había dividido las tortitas en cuatro, para que todos los integrantes de la casa tuviesen las mismas. Y como era idiota, le pareció muy cruel dejar a Ren sin tortitas, y claro, ya que se las daba, ¿por qué no echarle un poco de nata? Si tenían un bote y no le costaba nada.
Conclusión, era idiota.
Empezó a echarse la miel sobre las tortitas, dirigiendo su atención a la televisión con intención de disimular o cambiar de tema. De nuevo, sin mirar a Ren.
— ¿Qué ves?
Por suerte, su padre no apareció descamisado. Ni camisado. Dios sepa qué hacía. Hana no le dedicó un segundo pensamiento.