9/06/2020, 17:21
Se había quedado sin uno de sus kunai, grave error. Pero aún le quedaban más opciones, metió la mano en su portaobjetos y sacó algo muy pequeño cómo para que la amejin lo reconociera a esa distancia. Este objeto lo conectó a otro hilo de chakra y volvió a lanzar su kunai y este nuevo objeto hacia ella. Volaban igual que siempre, erráticamente, haciendo difícil darse cuenta donde iban a dirigirse finalmente.
A medio metro de la espadachina esta pudo ver que el kunai ni siquiera se dirigía a ella, si no que fue directo al otro objeto que estaba ahora a poco más de medio metro de su cara; era un pequeño tubo de cristal con un líquido en su interior. Entonces el filo rompió el vial, del cual salió una nube gaseosa de un metro que atraparía la cara de Ren. Con el mismo movimiento con el que rompió el recipiente del veneno dirigió su hoja hacia él, retirándola del alcance de la morena.
A medio metro de la espadachina esta pudo ver que el kunai ni siquiera se dirigía a ella, si no que fue directo al otro objeto que estaba ahora a poco más de medio metro de su cara; era un pequeño tubo de cristal con un líquido en su interior. Entonces el filo rompió el vial, del cual salió una nube gaseosa de un metro que atraparía la cara de Ren. Con el mismo movimiento con el que rompió el recipiente del veneno dirigió su hoja hacia él, retirándola del alcance de la morena.