12/06/2020, 10:13
(Última modificación: 9/08/2020, 21:18 por Himura Ren. Editado 1 vez en total.)
— Buenos dias por la mañana — dijo una somnolienta Ren, cruzando el marco de la puerta que separaba el local del hogar, para sentarse en un taburete con un pijama azulado lleno de caras de conejitos.
— Vaya, justo...
— En el momento acertado — añadió Oda, para extenderle con la mano un pequeño pergamino.
— ¿Eh? ¿Y esto? ¿Me ha tocado algo en un concurso? — cogió el pergamino, y cuando vió la letra que lo envolvía, arrugó el rostro; ya le habían jodido los planes de aquel día, que iban a ser comer y dormir.
Nanashi ya le estaba preparando varios desayunos para cada uno de los presentes, todavía faltaba una media hora para que abriera el local; pero Oda se pasaba la vida en él y al ser viejos conocidos, tenía pase VIP; y a Ren al fin y al cabo, planeaba llamarla en cuanto acabara. Había sido el propio Nanashi quien recibió el pergamino en la puerta por un repartidor mientras guardaba otras cajas traídos por otros repartidores pero estos destinados al tráfico de alimentos.
Ren bostezó y gruño suavemente, mientras desayunaba; a lo que ambos adultos se limitaban a responder con un bufido y una sonrisa.
· · ·
— La residencia Tainan... — tras cruzar varias calles a lo largo y ancho de Amegakure, pudo divisar su destino. Una enorme verja adornaba la entrada, con afilados y puntiagudos picos coronándola. — Ugh... Algo me dice que no me va a gustar este encargo; los ricos siempre son presuntuosos y molestos.
Al lado de la entrada, parecía esperar alguien; puede que fuera su compañero para esta misión como detallaba en el pergamino, o en su lugar el portero que esperaba a que llegaran los dos genins a cargo de la misión. En cualquier caso, no presentarse sería de muy mala educación.
— ¡Buenos dias! Me llamo Ren, Himura Ren — dijo con una sonrisa bajo la capucha de su sudadera de color pálido, que ocultaba su pelo.