12/06/2020, 19:14
— Muchas gracias~
"¿Muchas gracias?" Hana alzó una ceja. Ren teniendo educación era una de las cosas que la haría decidirse en caso de que alienigenas capaces de copiar físicamente a los humanos se infiltrasen en la sociedad y tuviese que elegir a qué Ren matar. La Ren educada moriría la primera.
Solo asintió, acercandose el dedo indice y el corazón al lugar exacto en que su hermanastra la había besado, sintiendose extrañamente bien. Ren se acercó a la puerta y Hana la dio por perdida, volviendo su mirada a la tableta para volver a darle al play.
Sin embargo, Ren se dio la vuelta de golpe y Hana se paró de inmediato, mirando por el rabillo del ojo lo que hacía su hermana. Se volvió de nuevo, sentándose en una de las sillas del otro lado del escritorio.
— ¿Qué...? — murmuró antes de que Ren se le adelantara.
— Hana-chan... ¿Por qué estás aquí sola?
Aquello la pilló totalmente desprevenida, se quedó mirando a Ren unos segundos. No... no se había burlado, de hecho, incluso parecía preocupada. ¿Qué le estaba pasando a Ren? ¿Se volvía humana cuando tenía el estomago vacio? Aún con la sorpresa en el rostro y en la mente, le contestó.
— Es... raro juntarme con las chicas del consejo, técnicamente soy su jefa, y cada una tiene su grupo de amigas. Yo estoy bien aquí, tranquila. Como mientras veo un capitulo y después me pongo a hacer cosas.
Era raro hablar con Ren de forma civilizada.
— No hace falta que te quedes. ¿No deberías intentar juntarte con Tsuki-san? Estoy bastante segura que ella se junta con las kendokas del año pasado, así conoces a tu club.
No quería echarla, pero tampoco quería que se quedase por pena.
"¿Muchas gracias?" Hana alzó una ceja. Ren teniendo educación era una de las cosas que la haría decidirse en caso de que alienigenas capaces de copiar físicamente a los humanos se infiltrasen en la sociedad y tuviese que elegir a qué Ren matar. La Ren educada moriría la primera.
Solo asintió, acercandose el dedo indice y el corazón al lugar exacto en que su hermanastra la había besado, sintiendose extrañamente bien. Ren se acercó a la puerta y Hana la dio por perdida, volviendo su mirada a la tableta para volver a darle al play.
Sin embargo, Ren se dio la vuelta de golpe y Hana se paró de inmediato, mirando por el rabillo del ojo lo que hacía su hermana. Se volvió de nuevo, sentándose en una de las sillas del otro lado del escritorio.
— ¿Qué...? — murmuró antes de que Ren se le adelantara.
— Hana-chan... ¿Por qué estás aquí sola?
Aquello la pilló totalmente desprevenida, se quedó mirando a Ren unos segundos. No... no se había burlado, de hecho, incluso parecía preocupada. ¿Qué le estaba pasando a Ren? ¿Se volvía humana cuando tenía el estomago vacio? Aún con la sorpresa en el rostro y en la mente, le contestó.
— Es... raro juntarme con las chicas del consejo, técnicamente soy su jefa, y cada una tiene su grupo de amigas. Yo estoy bien aquí, tranquila. Como mientras veo un capitulo y después me pongo a hacer cosas.
Era raro hablar con Ren de forma civilizada.
— No hace falta que te quedes. ¿No deberías intentar juntarte con Tsuki-san? Estoy bastante segura que ella se junta con las kendokas del año pasado, así conoces a tu club.
No quería echarla, pero tampoco quería que se quedase por pena.