13/06/2020, 22:09
La sonrisa de Ai se amplió más al ver que Ren aceptaba su ofrenda de paz. Cada vez que la morena pegaba un sorbo, la peliazul parecía más contenta. En cuanto entraron en terrenos del instituto, Ai se excusó diciendo que tenía que pasar por el consejo antes de ir a clase.
Ren, por su parte, había notado que el liquido chocolateado estaba bastante más dulce de lo que recordaba. Tal vez era porque hacia tiempo que no lo bebía. Sin embargo, pronto la vista se le empezó a nublar. Era como si todo fuese demasiado rápido para que su cuerpo reaccionase.
Le costó horrores llegar hasta su aula y cuando por fin la tuvo en su vista, Hana salió por la puerta. Al verla, frunció el ceño.
— ¡Ya iba a buscarte! ¿Para esto te dejo dormir más? — se acercó a ella con toda la intención de seguir abroncandola.
Ren, por su parte, había notado que el liquido chocolateado estaba bastante más dulce de lo que recordaba. Tal vez era porque hacia tiempo que no lo bebía. Sin embargo, pronto la vista se le empezó a nublar. Era como si todo fuese demasiado rápido para que su cuerpo reaccionase.
Le costó horrores llegar hasta su aula y cuando por fin la tuvo en su vista, Hana salió por la puerta. Al verla, frunció el ceño.
— ¡Ya iba a buscarte! ¿Para esto te dejo dormir más? — se acercó a ella con toda la intención de seguir abroncandola.