14/06/2020, 00:49
La amejin se acercó hacia él y este guardó su cuaderno entre sus ropas y se puso de pie.
—Oh, pero si eres el chico del combate. Te llamabas... ¿Takumi? Perdona soy un poco despistada. —Finalizó algo avergonzada por su memoria.
—Tsukisame Takumi. —Se presentó correctamente con una leve inclinación de cabeza. —Por cierto, ¿estás ya recuperada del todo del combate? Siento haberte envenenado dos veces, es un recurso del que tiramos mucho los marionetistas.
No a muchas personas les haría gracia combatir contra un titiritero, mantienen las distancias, usan venenos varios y sus artefactos están llenos de accesorios y triquiñuelas; y si no conocías todo esto encontrártelo de cara puede ser complicado.
—Oh, pero si eres el chico del combate. Te llamabas... ¿Takumi? Perdona soy un poco despistada. —Finalizó algo avergonzada por su memoria.
—Tsukisame Takumi. —Se presentó correctamente con una leve inclinación de cabeza. —Por cierto, ¿estás ya recuperada del todo del combate? Siento haberte envenenado dos veces, es un recurso del que tiramos mucho los marionetistas.
No a muchas personas les haría gracia combatir contra un titiritero, mantienen las distancias, usan venenos varios y sus artefactos están llenos de accesorios y triquiñuelas; y si no conocías todo esto encontrártelo de cara puede ser complicado.