14/06/2020, 19:05
Nadie saldría a decirles nada. Pero el reloj seguiría corriendo y el sol bajando. Podrían seguir planeando cuanto quisieran. Yōgi ya les había dicho que confiaba en ellos y en lo que le habían dicho de que la cueva no tenía salidas.
Era su misión decidir qué hacer y cuando hacerlo, incluyendo, obviamente, el cómo hacerlo. Debían sopesar que cada minuto que tardasen era un precio a pagar y que si entraban sin estar preparados, el precio podía ser incluso más alto.
Era su misión decidir qué hacer y cuando hacerlo, incluyendo, obviamente, el cómo hacerlo. Debían sopesar que cada minuto que tardasen era un precio a pagar y que si entraban sin estar preparados, el precio podía ser incluso más alto.