4/01/2016, 19:09
Cuando Datsue les oyó hablar sobre los flujos de chakra, no se imaginó que podía llegar a producir algo tan devastador como aquello. El kunai lanzado por el padre de Haruto segó el árbol como si se tratase de una simple mala hierba, y Datsue no hizo otra cosa que aplaudir la nada desdeñable demostración.
Clap. Clap. Clap.
—¡Menuda pasada! —reconoció, todavía incrédulo—. Ha sido increíble. Una auténtica pasada —repitió, embelesado por la destreza del padre de Haruto.
Una auténtica proeza. Me pregunto si algo tan devastador como eso conseguiría herirme. Datsue se miró las palmas de las manos, lisas y sin cicatrices como el resto de su piel. Pero, ¿acaso había llegado a comprobar el límite de su resistencia alguna vez? Lo cierto era que, aparte de algún kunai y shuriken que rebotaron contra su piel en algún entrenamiento, así como intentar clavarse un cuchillo en alguna que otra ocasión para comprobar que su piel era impenetrable en todo su cuerpo, no había recibido golpe alguno digno de mencionar. No uno como aquel. Supongo que más temprano que tarde descubriré mi límite. Es lo que tiene esta profesión de mierda. Que, aparte de cobrar una mierda, te juegas el pellejo en cada misión.
Pese a haber quedado encantado con la demostración, Datsue intuyó al instante que no era algo que pudiese aprender en una tarde. Ni de lejos. Por tanto, no tenía sentido alguno perder el tiempo intentándolo. Sin embargo, le interesaba conocer la explicación.
—¿Cómo ha conseguido hacer eso? —preguntó, ávido de información—. Es decir, mencionó algo sobre el flujo del chakra, pero… ¿en qué consiste realmente eso? —Por más que lo intentaba, no recordaba haberlo oído en la Academia. Algo que tampoco era de extrañar, teniendo en cuenta la poca atención que prestó en sus años de estudiante.
Clap. Clap. Clap.
—¡Menuda pasada! —reconoció, todavía incrédulo—. Ha sido increíble. Una auténtica pasada —repitió, embelesado por la destreza del padre de Haruto.
Una auténtica proeza. Me pregunto si algo tan devastador como eso conseguiría herirme. Datsue se miró las palmas de las manos, lisas y sin cicatrices como el resto de su piel. Pero, ¿acaso había llegado a comprobar el límite de su resistencia alguna vez? Lo cierto era que, aparte de algún kunai y shuriken que rebotaron contra su piel en algún entrenamiento, así como intentar clavarse un cuchillo en alguna que otra ocasión para comprobar que su piel era impenetrable en todo su cuerpo, no había recibido golpe alguno digno de mencionar. No uno como aquel. Supongo que más temprano que tarde descubriré mi límite. Es lo que tiene esta profesión de mierda. Que, aparte de cobrar una mierda, te juegas el pellejo en cada misión.
Pese a haber quedado encantado con la demostración, Datsue intuyó al instante que no era algo que pudiese aprender en una tarde. Ni de lejos. Por tanto, no tenía sentido alguno perder el tiempo intentándolo. Sin embargo, le interesaba conocer la explicación.
—¿Cómo ha conseguido hacer eso? —preguntó, ávido de información—. Es decir, mencionó algo sobre el flujo del chakra, pero… ¿en qué consiste realmente eso? —Por más que lo intentaba, no recordaba haberlo oído en la Academia. Algo que tampoco era de extrañar, teniendo en cuenta la poca atención que prestó en sus años de estudiante.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado