Datsue inclinó levemente la cabeza, agradecido, ante el elogio del padre de Haruto. Seguidamente, se acercó a su compañero y extendió su puño, buscando que Haruto lo entrechocase con el suyo, a modo de saludo y respeto.

—Tú también has luchado bien, Haruto. Ese kunai escondido fue una estrategia brillante —tuvo que reconocer. De hecho, esperaba poder aprender a hacerlo en un futuro.

Entonces, el sharingan de Datsue desapareció de sus ojos, recobrando su antiguo color. Todavía no estaba acostumbrado a su uso, y menos en un combate, y había descubierto que, a pesar de las innumerables ventajas, también tenía el inconveniente de agotarle. O, más que de agotarle, le impedía recuperarse de los esfuerzos con tanta facilidad.

—Supongo que el entrenamiento ha llegado a su fin, ¿me equivoco? —preguntó, recogiendo la mochila que había dejado previamente en el suelo antes de empezar con aquella batalla. Había estado bien para medir su nivel, pero no podía perder más tiempo. Tenía que llegar a Shinogi-to cuánto antes.

Datsue se me acerco y extendió su puño para que yo lo chocase, entonces estire mi puño y lo choque con el— Fuera brillante o no, tú eres más fuerte que yo, eso solo me dice una cosa, tengo que mejorar para que en nuestro próximo encuentro yo sea el ganador —me levante de la espalda de mi padre y me senté en el suelo de piernas cruzadas.

— Si creo que eso ha sido todo por hoy datsue, ¿Partirás tan pronto?, no es mejor descansar hoy y que se recuperen de sus heridas tu y haruto —dijo mi padre tratando de persuadirlo ya que si se iba en ese estado cualquier enemigo podría atacarle y ganarle con facilidad pues estaba muy agotado después de la batalla.

— Por qué no nos acompañas a nuestro entrenamiento, lo mas probable es que mi padre tenga algunas cosas buenas que enseñarnos,¿qué es lo que tienes que hacer? ¿que es tan urgente? —.


— No lo presiones haruto si el chico tiene algo que hacer no es de nuestra incumbencia, pero aun así insisto en que deberías descansar por lo menos por hoy. —

— Si creo que eso ha sido todo por hoy datsue, ¿Partirás tan pronto?, no es mejor descansar hoy y que se recuperen de sus heridas tu y haruto

Heridas. Aquella palabra no significaba nada para Datsue, no desde que el Árbol Sagrado lo bendijese con una piel de acero y unos huesos del diamante más puro. Pero hasta él sentía dolor, y se cansaba de la misma forma que el resto de mortales.

Y sin embargo… Ya he malgastado mucho tiempo.

Abrió la boca, con la intención de rechazar la oferta, pero se quedó a medio camino al ser interrumpido por Haruto.

— Por qué no nos acompañas a nuestro entrenamiento, lo mas probable es que mi padre tenga algunas cosas buenas que enseñarnos,¿qué es lo que tienes que hacer? ¿que es tan urgente?

¿Cosas buenas que enseñarnos? El chico logró captar su atención, y agradeció internamente el gesto de su padre al quitarle importancia sobre sus quehaceres en Shinogi-to. No era algo que le apeteciese contar. Y menos a alguien de mi propia Aldea.

—Me temo que no puedo quedarme mucho más, aunque… —Al final, la curiosidad le pudo—. ¿A qué cosas buenas te refieres?

Aun no tenía ni idea de que era lo que tenía mi padre pensado enseñarme o en que se iba a basar nuestro entrenamiento pero fuese lo que fuese era algo que quería saber.

—Bueno, tenía pensado enseñarle más a haruto sobre los flujos de chakra, para que pueda aplicarlo en armas de combate, pero si en realidad estás interesado también podría enseñarte a ti—.

Vaya con que flujos de chakra que querrá decir con eso.

Al parecer datsue se había interesado por fin en nuestro entrenamiento era algo que no podía rechazar pues aprender una técnica nueva o algo que pudiera servir para una futura batalla era una oportunidad que ningún genin en aprendizaje podía rechazar.

—Cuando empezaremos con eso padre, me muero por saber que es—.

—Es muy sencillo el flujo de chakra se suele utilizar a través de un objeto, por lo general, se utiliza chakra elemental para fluir a través de armas blancas, ya sea para aumentar dramáticamente sus diversas propiedades o para obtener otros efectos ventajosos. Por ejemplo—.

Mi padre tomó una kunai de su portaobjetos trasero y de la kunai empezó a salir una especia de capa de chakra azulado luego lanzó el kunai contra un árbol, atravesándolo por completo y derrumbandolo.

—Que increíble— exclame con emoción.

Cuando Datsue les oyó hablar sobre los flujos de chakra, no se imaginó que podía llegar a producir algo tan devastador como aquello. El kunai lanzado por el padre de Haruto segó el árbol como si se tratase de una simple mala hierba, y Datsue no hizo otra cosa que aplaudir la nada desdeñable demostración.

Clap. Clap. Clap.

—¡Menuda pasada! —reconoció, todavía incrédulo—. Ha sido increíble. Una auténtica pasada —repitió, embelesado por la destreza del padre de Haruto.

Una auténtica proeza. Me pregunto si algo tan devastador como eso conseguiría herirme. Datsue se miró las palmas de las manos, lisas y sin cicatrices como el resto de su piel. Pero, ¿acaso había llegado a comprobar el límite de su resistencia alguna vez? Lo cierto era que, aparte de algún kunai y shuriken que rebotaron contra su piel en algún entrenamiento, así como intentar clavarse un cuchillo en alguna que otra ocasión para comprobar que su piel era impenetrable en todo su cuerpo, no había recibido golpe alguno digno de mencionar. No uno como aquel. Supongo que más temprano que tarde descubriré mi límite. Es lo que tiene esta profesión de mierda. Que, aparte de cobrar una mierda, te juegas el pellejo en cada misión.

Pese a haber quedado encantado con la demostración, Datsue intuyó al instante que no era algo que pudiese aprender en una tarde. Ni de lejos. Por tanto, no tenía sentido alguno perder el tiempo intentándolo. Sin embargo, le interesaba conocer la explicación.

—¿Cómo ha conseguido hacer eso? —preguntó, ávido de información—. Es decir, mencionó algo sobre el flujo del chakra, pero… ¿en qué consiste realmente eso? —Por más que lo intentaba, no recordaba haberlo oído en la Academia. Algo que tampoco era de extrañar, teniendo en cuenta la poca atención que prestó en sus años de estudiante.

Datsue y yo estábamos totalmente conmocionados de que un arma tan simple como lo era la kunai pudiera hacer semejante daño, era algo que nunca había visto, mi padre mencionó algo sobre el flujo de chakra; no tenía ni idea de lo que se trataba eso.

—¿Cómo ha conseguido hacer eso? —preguntó, ávido de información—. Es decir, mencionó algo sobre el flujo del chakra, pero… ¿en qué consiste realmente eso? —


— Bueno para explicar esto debe recordar que hay diferentes tipos de naturalezas del chakra, por lo cual cada una tiene un efecto diferente en el arma, en mi caso utilice el fuuton para darle más filo y rapidez al kunai. Este efecto se consigue mediante la utilización de dos corrientes opuestas de chakra aplicadas al arma para así darle un fino filo — .


— Vaya se escucha algo simple, pero debe ser muy complicado, ¿no es cierto padre? —. Mi especialidad era el Raiton, pero según mi padre yo también tenía otra naturaleza despierta; cosa que no se ve muy frecuente en un ninja de tan corta edad, no me quedada más que seguir entrenando mi segunda naturaleza para poder alcanzar el nivel de mi padre, lo mas seguro es que de eso se trataría mi entrenamiento.


— Así es haruto pero primero se tiene que entrenar el control del chakra, es un proceso largo pero todo el entrenamiento tiene un buen final, Entonces que decidiste Datsue nos acompañaras un par de días más o prefieres marcharte. —

— Bueno para explicar esto debe recordar que hay diferentes tipos de naturalezas del chakra, por lo cual cada una tiene un efecto diferente en el arma, en mi caso utilice el fuuton para darle más filo y rapidez al kunai. Este efecto se consigue mediante la utilización de dos corrientes opuestas de chakra aplicadas al arma para así darle un fino filo — .

Datsue asintió, conforme con la explicación. Ahora bien, una cosa era entenderlo y otra cosa hacerlo. Además, dudaba que con su Katon los efectos positivos fuesen tan buenos como con el Fuuton.

Segundos más tarde, Haruto interpeló a su padre por la complejidad de la técnica, quien no se hizo de rogar:

— Así es haruto pero primero se tiene que entrenar el control del chakra, es un proceso largo pero todo el entrenamiento tiene un buen final, Entonces que decidiste Datsue nos acompañaras un par de días más o prefieres marcharte. —

Datsue negó con la cabeza.

—No, tengo que marchar —reiteró—. Además, en dos días no conseguiría nada. Y ya voy con retraso. Pero agradezco enormemente el ofrecimiento —añadió, inclinando la cabeza hacia el padre de Haruto. No era de extrañar que se mostrase tan amable. Siempre lo hacía… Siempre que quería conseguir algo a cambio—. Pero… —continuó, elevando la cabeza, dubitativo—. De hecho, sí hay algo en lo que me podríais ayudar enormemente. Esto… —sonrió, nervioso, rascándose la nuca—. Bah —dijo, torciendo el gesto, como si de pronto hubiese cambiado de idea—. Dejadlo estar. Es una tontería. Kakuto, Haruto… ha sido un placer. Espero volver a veros pronto.

Al parecer datsue tenía más intensiones de seguir con su camino que de aprender algo nuevo con mi padre, así que el opto por salirse por la tangente y despedirse lo mas rápido posible, aunque titubeo un poco pareciendo pedir algo de ayuda en algo pero después se retractó.

— Datsue, que tengas buen viaje, te veremos por la aldea muy pronto —,— Adiós, datsue —mi padre y yo nos despedimos inclinándonos y volteamos para seguir con nuestro camino.

Sin lugar a dudas este viaje que apenas comenzaba prometía ser un viaje de mucho aprendizaje y enseñanza además de haber conocido a un niño de mi edad y que era de mi misma aldea, este era mi primer acercamiento a alguien con estas características, también me llevaba un rival al cual debía superar.