16/06/2020, 18:15
(Última modificación: 16/06/2020, 18:17 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Money tenía que hacer una apuesta. Si se adentraba en la calle en aquel momento, ¿algún transeúnte le vería? Por mucho que Otohime mantuviese entretenida a la Protectora, todavía había civiles que podían delatarle. Tenía que esperar el momento exacto, justo en el que todo pueblerino mantuviese sus ojos en otra parte.
Y esperó.
Y esperó.
Y… No, ¡no podía esperar tanto!
Decidió que el momento menos malo era aquel, y apostó. Apostó a que el crío que le vería cruzando media calle empapado en niebla rojiza se quedase mudo por la impresión. Apostó a que el padre que caminaba junto a él, al ver el dedo índice en los labios de Money, supiese a lo que atenerse. Y apostó por su suerte.
¿Qué sucedió? Bueno, sépase una cosa de Money: no se hizo rico perdiendo apuestas.
Kaido, no obstante, que le seguía detrás, no tuvo tanta suerte. Cuando se encontraba en la mitad de la escalada su pie se hundió en la pared. Una jodida piedra suelta —ya habíamos dicho que las viviendas daban pena— hizo que tropezase, se golpease contra la pared y quedase colgando por unos segundos boca abajo y con el pie enganchado al boquete.
Una mujer que estaba al otro lado de la pared pegó un chillido. A este le siguió el del crío de la calle. Y, como si el pánico se pudiese contagiar, el padre que le acompañaba gritó también.
La Protectora del Muelle giró la cabeza, alertada, y le pilló in fraganti. ¿Qué haría Kaido ahora? ¿Y Akame?
Y esperó.
Y esperó.
Y… No, ¡no podía esperar tanto!
Decidió que el momento menos malo era aquel, y apostó. Apostó a que el crío que le vería cruzando media calle empapado en niebla rojiza se quedase mudo por la impresión. Apostó a que el padre que caminaba junto a él, al ver el dedo índice en los labios de Money, supiese a lo que atenerse. Y apostó por su suerte.
¿Qué sucedió? Bueno, sépase una cosa de Money: no se hizo rico perdiendo apuestas.
Tirada 6d10 de Money: 2, 3, 10, 10, 1, 4
Kaido, no obstante, que le seguía detrás, no tuvo tanta suerte. Cuando se encontraba en la mitad de la escalada su pie se hundió en la pared. Una jodida piedra suelta —ya habíamos dicho que las viviendas daban pena— hizo que tropezase, se golpease contra la pared y quedase colgando por unos segundos boca abajo y con el pie enganchado al boquete.
Una mujer que estaba al otro lado de la pared pegó un chillido. A este le siguió el del crío de la calle. Y, como si el pánico se pudiese contagiar, el padre que le acompañaba gritó también.
La Protectora del Muelle giró la cabeza, alertada, y le pilló in fraganti. ¿Qué haría Kaido ahora? ¿Y Akame?
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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