19/06/2020, 01:39
—¡Eso está hecho! Y, no te preocupes, que en cuanto tenga la idea consolidada, te la contaré, al fin y al cabo, tú me has dado la idea. —Takumi sonrió al escuchar eso. —¡Nos vemos próximamente! —Y Eri se dirigió a la puerta.
—¡Chao! —Se despidió también agitando su diestra.
Cuando salió por la puerta el marionetista se dejó caer al suelo, quedando sentado con los brazos apoyados hacia atrás. Fue en ese momento de calma en el que se dio cuenta que su corazón estaba más acelerado que de costumbre. «¿Por qué cojones me pone nervioso hablar con chicas de mi edad? ¿Debería de ir a un psicólogo tal vez?» Las carencias sociales de vivir durante casi una década alejado de todo núcleo poblacional hacían mella; y más a estas edades.
—¡Espera! —La voz de la pelirroja resonó desde la puerta.
—¡¿Ehhh?! —Exclamó sobresaltado por la inesperada vuelta de su compañera.
—¡Suerte en la siguiente ronda! —Se la veía acelerada por la vuelta a carreras.
—¡M-muchas gracias! —Volvió el rubor a sus mejillas por unos instantes. —¡E igualmente, muchísima suerte! —Finalizó con una gran sonrisa.
El conocer a compañeros como la Uzumaki hacía que venir al Torneo, pese a hacer el ridículo en los combates, estuviera mereciendo la pena.
—¡Chao! —Se despidió también agitando su diestra.
Cuando salió por la puerta el marionetista se dejó caer al suelo, quedando sentado con los brazos apoyados hacia atrás. Fue en ese momento de calma en el que se dio cuenta que su corazón estaba más acelerado que de costumbre. «¿Por qué cojones me pone nervioso hablar con chicas de mi edad? ¿Debería de ir a un psicólogo tal vez?» Las carencias sociales de vivir durante casi una década alejado de todo núcleo poblacional hacían mella; y más a estas edades.
—¡Espera! —La voz de la pelirroja resonó desde la puerta.
—¡¿Ehhh?! —Exclamó sobresaltado por la inesperada vuelta de su compañera.
—¡Suerte en la siguiente ronda! —Se la veía acelerada por la vuelta a carreras.
—¡M-muchas gracias! —Volvió el rubor a sus mejillas por unos instantes. —¡E igualmente, muchísima suerte! —Finalizó con una gran sonrisa.
El conocer a compañeros como la Uzumaki hacía que venir al Torneo, pese a hacer el ridículo en los combates, estuviera mereciendo la pena.