21/06/2020, 15:52
—No seré yo el que te impida traer nada, si lo haces, encontraremos un buen sitio donde ponerlo.
Eri sonrió, imaginándose un camarote de barco decorado con motivos rojos y espirales por todos lados. ¿Un ancla carmesí quedaría bien? Incluso las coberturas de la cama podrían tener pequeños remolinillos...
—¡Lo tengo!
Eri se sobresaltó en su sitio, llevándose una mano al pecho. ¿Lo tenía? ¿El qué? ¿De qué hablaba? ¿Se habían ido cada uno a su propio mundo sin darse cuenta?
—¿Qué tienes? —preguntó la kunoichi, frunciendo el ceño ligeramente.
Eri sonrió, imaginándose un camarote de barco decorado con motivos rojos y espirales por todos lados. ¿Un ancla carmesí quedaría bien? Incluso las coberturas de la cama podrían tener pequeños remolinillos...
—¡Lo tengo!
Eri se sobresaltó en su sitio, llevándose una mano al pecho. ¿Lo tenía? ¿El qué? ¿De qué hablaba? ¿Se habían ido cada uno a su propio mundo sin darse cuenta?
—¿Qué tienes? —preguntó la kunoichi, frunciendo el ceño ligeramente.