25/06/2020, 20:22
La amejin, con una palpable emoción, asintió enérgicamente. «La fragua de Tetsugumo Kyōshirō... No me suena de nada, habrá que preguntar.» Mientras Takumi pensaba como localizar el lugar de la exposición la espadachina ya había marchado. La siguió a paso ligero hasta ponerse a su altura, parecía que estaba observando a la comitiva a una distancia de seguridad.
—Ren-san, —Intentó llamar su atención. —¿no sería mejor ir a Sendōshi y buscar ahí la fragua de ese tal Tetsugumo?
Lo más probable es que esos samuráis no se dirigieran directamente a su próxima guardia, sino que escoltaran a las miko hasta el santuario. La mejor opción sería ir buscando esa forja, porque el kazejin no tenía ni pajolera idea de dónde podía estar y recorrerse la ciudad entera no estaba en sus planes.
—Ren-san, —Intentó llamar su atención. —¿no sería mejor ir a Sendōshi y buscar ahí la fragua de ese tal Tetsugumo?
Lo más probable es que esos samuráis no se dirigieran directamente a su próxima guardia, sino que escoltaran a las miko hasta el santuario. La mejor opción sería ir buscando esa forja, porque el kazejin no tenía ni pajolera idea de dónde podía estar y recorrerse la ciudad entera no estaba en sus planes.