27/06/2020, 01:05
—Pues cuando quieras, yo también debería ponerme a hacer misiones, que tengo un historial más bien breve. —Estaba igual que el marionetista, puede que fuera algo común en los genin, al comienzo costaba hacer misiones rutinariamente. —¿Por qué no sales de casa? Es decir, si la villa es preciosa y un buen paseo siempre reconforta. Saldrías para el festival del cerezo de este año, ¿no?
Al kazejin le hacía gracia la curiosidad que mostraba la rubia por casi cualquier tema, parecía que quisiera desengranar toda la información que llegara a sus oídos.
—Pues... —Comenzó con cuidado mientras se rascaba la cabeza. —La verdad es que no fui al festival. —Se rió levemente, intentando restar importancia a su ausencia en el mayor festival de la Aldea. —Es que justo me llegó un manual sobre marionetas antiguas el día anterior y me lo quería estudiar al dedillo. Aunque lo normal es que no salga porque estoy leyendo o trabajando en nuevas marionetas o accesorios en el taller. Y algún día que otro los paso en la taberna de mi casera, ayudándole con el negocio. Soy algo más casero de lo normal por así decirlo.
También estaba aún acostumbrándose a vivir rodeado de tantas personas, Uzushiogakure estaba abarrotada de gente y el haber vivido durante tanto tiempo únicamente con su maestro hacía que le costara acostumbrarse de nuevo a las grandes ciudades. Había mejorado en estos últimos años pero aún quedaba mucho trabajo por hacer.
Al kazejin le hacía gracia la curiosidad que mostraba la rubia por casi cualquier tema, parecía que quisiera desengranar toda la información que llegara a sus oídos.
—Pues... —Comenzó con cuidado mientras se rascaba la cabeza. —La verdad es que no fui al festival. —Se rió levemente, intentando restar importancia a su ausencia en el mayor festival de la Aldea. —Es que justo me llegó un manual sobre marionetas antiguas el día anterior y me lo quería estudiar al dedillo. Aunque lo normal es que no salga porque estoy leyendo o trabajando en nuevas marionetas o accesorios en el taller. Y algún día que otro los paso en la taberna de mi casera, ayudándole con el negocio. Soy algo más casero de lo normal por así decirlo.
También estaba aún acostumbrándose a vivir rodeado de tantas personas, Uzushiogakure estaba abarrotada de gente y el haber vivido durante tanto tiempo únicamente con su maestro hacía que le costara acostumbrarse de nuevo a las grandes ciudades. Había mejorado en estos últimos años pero aún quedaba mucho trabajo por hacer.