28/06/2020, 11:52
Pero nada termino de captar su atención. Los cajones no tenían nada especial, algunos utensilios de escritura, puede que algún recuerdo de su antiguo dueño, como un reloj de bolsillo, fotografías y poco más. En uno de sus erráticos movimientos, mirando la parte posterior de uno de los cajones, su mirada se conecto con la puerta por la que había venido, desvaneciéndose con rapidez.
— ¡Ah! ¡No no no no! ¡Me voy a quedar encerada! — corrió a toda prisa, pero para cuando sus manos hicieron contacto, ya solo quedaba una inerte pared. — Me cago en to-
—¿Himura-san? ¿Se encuentra usted ahí? — la voz de Nao llamaría entonces su atención, girándose hacia una puerta cercana, con el objetivo de escucharle mejor.
— ¿Nao? ¿Eres tú? ¡Gracias a Kami-sama! ¡Ya empezaba a pensar que me había ido a una dimensión paralela o que había atravesado las puertas del Yomi! — comentó en voz alta, pegándose a la puerta en señal de alivio.
— ¡Ah! ¡No no no no! ¡Me voy a quedar encerada! — corrió a toda prisa, pero para cuando sus manos hicieron contacto, ya solo quedaba una inerte pared. — Me cago en to-
—¿Himura-san? ¿Se encuentra usted ahí? — la voz de Nao llamaría entonces su atención, girándose hacia una puerta cercana, con el objetivo de escucharle mejor.
— ¿Nao? ¿Eres tú? ¡Gracias a Kami-sama! ¡Ya empezaba a pensar que me había ido a una dimensión paralela o que había atravesado las puertas del Yomi! — comentó en voz alta, pegándose a la puerta en señal de alivio.