3/07/2020, 00:31
Cuando Akame entró a escena, Kaido no pudo evitar sonreír con sorna. ¿Es que ese Uchiha cabrón iba a salir airoso de todas las pruebas que el destino le ponía en frente? ¿acaso era una especie de suerte inexplicable o es que en verdad no había forma de matarlo?... Oh, sería un poco descarado decir que Umikiba Kaido no quiso vera Akame más muerto que la una, en algún punto de su travesía. Después de todo, no olvidaba lo que ese cabrón le había hecho a Shaneji. ¿Pero ahora mismo, qué? ¿realmente seguía persiguiendo ese deseo culposo como un niño malcriado?
No. No. No. Uchiha Akame era su trébol de cuatro hojas. El amuleto de los dragones. O, sencillamente, el tipo más experimentado de todos para salir bien parados de toda la mierda que se les venía encima, en territorio enemigo. En este mundo hay causas perdidas y causas perdidas... y la venganza de Kaido hacia el Profesional era una de ellas. Así que en principio se alegró, genuinamente, de que pudiera llegar a tiempo al refugio, antes de que Otohime ejecutara su Fūin.
—Fuma todo lo que quieras, que estaremos aquí un buen rato —miró a Otohime—. hazlo.
No. No. No. Uchiha Akame era su trébol de cuatro hojas. El amuleto de los dragones. O, sencillamente, el tipo más experimentado de todos para salir bien parados de toda la mierda que se les venía encima, en territorio enemigo. En este mundo hay causas perdidas y causas perdidas... y la venganza de Kaido hacia el Profesional era una de ellas. Así que en principio se alegró, genuinamente, de que pudiera llegar a tiempo al refugio, antes de que Otohime ejecutara su Fūin.
—Fuma todo lo que quieras, que estaremos aquí un buen rato —miró a Otohime—. hazlo.