10/07/2020, 18:18
—¡¿DÓNDE ESTÁ LA SEÑORITA TAKO TAINAN-SAMA!?— Dijo mientras paraba a la genin colocando ambas manos en sus hombros. —¡Escuché un grito! Era su voz, como que la cuidé desde niña. ¿Qué ha pasado? —
— ¡Por aquí! ¡Sigame! — frenó en seco ante él, y dio la vuelta liderando la marcha de vuelta a la entrada; donde Nao debía encontrarse con la víctima.
Una herencia para repartir entre varios herederos, un mayordomo de buenos modales, un testamento sin encontrar, salas secretas y ahora un intento de asesinato; parecía estar viviendo una clásica novela de época. O en su defecto, una partida a un juego bastante conocido. ¿Podría gritar al final de todo aquel embrollo, que el asesino era el mayordomo?
— ¡Por aquí! ¡Sigame! — frenó en seco ante él, y dio la vuelta liderando la marcha de vuelta a la entrada; donde Nao debía encontrarse con la víctima.
Una herencia para repartir entre varios herederos, un mayordomo de buenos modales, un testamento sin encontrar, salas secretas y ahora un intento de asesinato; parecía estar viviendo una clásica novela de época. O en su defecto, una partida a un juego bastante conocido. ¿Podría gritar al final de todo aquel embrollo, que el asesino era el mayordomo?