14/07/2020, 16:13
—Alguien la empujó, vi a alguien moverse por arriba. Pero el culpable no puede ser un intruso cualquiera. Mis ratones revisaron todo el sitio, no había una sola alma además de nosotros. Ni usted ni yo pudimos haber sido, y los únicos presentes en la mansión eran el mayordomo y los otros dos hermanos
Ren cruzó los brazos pensativa, acariciándose el mentón con suavidad con una de sus manos. Como el bien dijo, no consiguió encontrar nada, y ella consiguió llegar a aquella habitación por accidente prácticamente.
— Esperemos a que vuelva el mayordomo entonces — dijo extendiendo la mano con la que es estaba acariciando la barbilla. — No podemos dejarla sola; esperemos a que vuelva el mayordomo y entonces proseguimos... Pero sera mejor que entonces vayamos con pies en polvorosa. Tengo mis dudas...
Esta vez, se llevo la mano directamente a la boca, tapandola entera. Miró por un momento el cuerpo de la joven, que tenía una forma grotesca en sus articulaciones, y apartó la mirada al instante, al igual que hizo anteriormente Nao.
— Joder; si es que una herencia de por sí es delicada. Y ya si encima estas tratando con nobleza, este tipo de cosas debe de ser de lo más normal que se tuerzan; tendrían que haber mandado a gente de más alto rango... — murmuró a su lado, no tendría ningún problema en oírlo; y acto seguido se disculparía. — Quiero decir... No que seamos malos ninjas es solo que... Tss... No me he explicado bien — pateó el suelo con suavidad, algo avergonzada de sus palabras.
Le costó transmitir el mensaje que quería a Nao y se cruzó de brazos; irritada por su incapacidad para haberse expresado mejor, y la impotencia que comenzaba a retransmitir una misión, que parecía empezar a quedarles grande a ambos.
Ren cruzó los brazos pensativa, acariciándose el mentón con suavidad con una de sus manos. Como el bien dijo, no consiguió encontrar nada, y ella consiguió llegar a aquella habitación por accidente prácticamente.
— Esperemos a que vuelva el mayordomo entonces — dijo extendiendo la mano con la que es estaba acariciando la barbilla. — No podemos dejarla sola; esperemos a que vuelva el mayordomo y entonces proseguimos... Pero sera mejor que entonces vayamos con pies en polvorosa. Tengo mis dudas...
Esta vez, se llevo la mano directamente a la boca, tapandola entera. Miró por un momento el cuerpo de la joven, que tenía una forma grotesca en sus articulaciones, y apartó la mirada al instante, al igual que hizo anteriormente Nao.
— Joder; si es que una herencia de por sí es delicada. Y ya si encima estas tratando con nobleza, este tipo de cosas debe de ser de lo más normal que se tuerzan; tendrían que haber mandado a gente de más alto rango... — murmuró a su lado, no tendría ningún problema en oírlo; y acto seguido se disculparía. — Quiero decir... No que seamos malos ninjas es solo que... Tss... No me he explicado bien — pateó el suelo con suavidad, algo avergonzada de sus palabras.
Le costó transmitir el mensaje que quería a Nao y se cruzó de brazos; irritada por su incapacidad para haberse expresado mejor, y la impotencia que comenzaba a retransmitir una misión, que parecía empezar a quedarles grande a ambos.