20/07/2020, 22:16
Y tras el último coqueteo por parte de la aterradora Tsuki, aflojó por accidente sus manos desembocando en un enlace fatal. Un último y demoledor golpe le hizo perder la espada para finalmente, terminar de ser humillada con un golpe en la nariz. Apartó tras una breve pausa la madera frente a ella, para recoger el arma del suelo.
Se apoyaría después contra una pared; roja como un tomate, desviando la mirada al suelo. Sus ojos se encontrarían con los de otro chico, al que le enseñaría hasta los dientes en señal de enojo.
«¡Pues muy bien, que haga lo que quiera!» se encogió de hombros, mientras observaba a Tsuki y Hana; mientras esperaba su turno de nuevo.
Se apoyaría después contra una pared; roja como un tomate, desviando la mirada al suelo. Sus ojos se encontrarían con los de otro chico, al que le enseñaría hasta los dientes en señal de enojo.
«¡Pues muy bien, que haga lo que quiera!» se encogió de hombros, mientras observaba a Tsuki y Hana; mientras esperaba su turno de nuevo.