23/07/2020, 00:51
(Última modificación: 23/07/2020, 00:52 por Himura Ren.)
Lo comprendió todo en un instante; cuando le daba al coco, la lógica podía llegar a ser su punto más fuerte, por eso se le daban tan bien los números. Sabía que aquella mañana la había reconocido, y que por tanto, sabía lo de que "se estaba muriendo". Era más que obvio con como reaccionaba y actuaba Ren durante todo el día en casa.
Un sonoro guantazo sonaría entonces, dejándole una marca rojiza en una de las mejillas de Hana; mientras de los ojos de su hermana, brotaban a mares las lágrimas.
—¡ERES UNA ESTUPIDA! ¡¿ME OYES?! ¿¡A QUE VINO ESO?! ¡¿PORQUE VAS Y ME DICES QUE TE ESTABAS MURIENDO?! ¡¡¿¿TIENES IDEA DE LO ANGUSTIADA QUE ME HAS TENIDO TODO EL DIA??!! — No cesaba de llorar ni por un instante durante todo su enfado, solo hizo una pausa al final para llevarse las manos entrecerradas a sus irritados, furiosos, y tristes ojos.
Un sonoro guantazo sonaría entonces, dejándole una marca rojiza en una de las mejillas de Hana; mientras de los ojos de su hermana, brotaban a mares las lágrimas.
—¡ERES UNA ESTUPIDA! ¡¿ME OYES?! ¿¡A QUE VINO ESO?! ¡¿PORQUE VAS Y ME DICES QUE TE ESTABAS MURIENDO?! ¡¡¿¿TIENES IDEA DE LO ANGUSTIADA QUE ME HAS TENIDO TODO EL DIA??!! — No cesaba de llorar ni por un instante durante todo su enfado, solo hizo una pausa al final para llevarse las manos entrecerradas a sus irritados, furiosos, y tristes ojos.