23/07/2020, 11:08
Pudo abrir los ojos lo justo para ver como Ren salía de la habitación dedicándole una mirada de todo menos amigable. Y lloró. Tirada sobre el suelo del despacho se quedó hasta caer dormida.
A la mañana siguiente, el olor de las tortitas inundaria todo el piso, como cada domingo. En la cocina, sin embargo, no estaría Hana, sino su padre. No había nadie mas a la vista.
A la mañana siguiente, el olor de las tortitas inundaria todo el piso, como cada domingo. En la cocina, sin embargo, no estaría Hana, sino su padre. No había nadie mas a la vista.