24/07/2020, 19:22
El olor acabaría despertándola, como un lobo hambriento que huele un rastro de sangre fresca. Se levantó algo molesta, había dormido a pierna suelta, siempre que lloraba lo hacía, pero seguía algo irritada por la mentira que su hermana le contó la noche anterior. Esperaba verla en la cocina, siendo la autora de aquel olor, pero quien estaba era su padrastro.
Comentó que su hija se había quedado dormida, pero rio posteriormente, afirmando que esta parecía haber estado estudiando toda la noche hasta tarde. La morena giró con lentitud la cabeza desde el marco de la puerta donde estaba situada, deteniendo su mirada sobre la puerta de estudio; acarició instintivamente entonces su mano derecha, con la que le había propinado aquel golpe para que después ambas rompieran a llorar.
— Iré a despertarla — añadió con tono serio alejándose de la cocina.
Abriría entonces con cuidado la puerta, y tras cruzarla, la cerraría con cuidado de no hacer ruido. Se debatía si perdonarla internamente, aquella mentira que ella consideraría tal vez pequeña, le resultó realmente dolorosa; camino descalza hasta su lado para posteriormente ponerse de cuclillas a verla, apartando con el dorso de la mano varios mechones que cubrían el rostro de su hermana.
Comentó que su hija se había quedado dormida, pero rio posteriormente, afirmando que esta parecía haber estado estudiando toda la noche hasta tarde. La morena giró con lentitud la cabeza desde el marco de la puerta donde estaba situada, deteniendo su mirada sobre la puerta de estudio; acarició instintivamente entonces su mano derecha, con la que le había propinado aquel golpe para que después ambas rompieran a llorar.
— Iré a despertarla — añadió con tono serio alejándose de la cocina.
Abriría entonces con cuidado la puerta, y tras cruzarla, la cerraría con cuidado de no hacer ruido. Se debatía si perdonarla internamente, aquella mentira que ella consideraría tal vez pequeña, le resultó realmente dolorosa; camino descalza hasta su lado para posteriormente ponerse de cuclillas a verla, apartando con el dorso de la mano varios mechones que cubrían el rostro de su hermana.