26/07/2020, 21:36
—. No, es prácticamente indetectable salvo cuando se activa para rastrearles. Por eso sería conveniente también hacerlo de noche. Si están durmiendo es imposible que se den cuenta.
— Perfecto. Entonces no habrá problemas — secundó Juro. El día sería mañana. Así tenía tiempo para prepararse mentalmente sobre los hechos que iban a acontecerse y establecer algún tipo de estrategia. La improvisación sería el factor principal, claro, pero no por eso iba a ir completamente a ciegas.
Cuando todo parecía estar establecido, fue su alumno quien habló, lanzando una pregunta de lo más peculiar. Datsue al instante exclamó la brutalidad del comentario que acaba de soltar. Lo cierto es que Juro precisamente no le había enseñado esa clase de cosas, pero no pudo culpar a su alumno por preguntar. Aunque no lo pareciera, Kazuma tenía una tremenda imaginación e iba directamente al grano en cuanto una duda pasaba por su cabeza.
— Mi alumno tiene mucha imaginación a veces. Ha leído demasiados libros de acción, diría — bromeó.
Datsue alegó que se iba a marchar. Juro lo despidió de manera cordial, sabiendo que mañana les esperaría un día muy largo. Ellos también deberían descansar.
— Está bien que hagas preguntas, no te avergüences — Le aclaró, una vez en la intimidad —. Como comprenderás, no vamos a ponernos a matar a la gente a diestro y siniestro. Necesitamos averiguar qué pasa y qué clase de cosas se llevan entre manos. Si es lo suficientemente grave, los detendremos y los llevaremos ante la justicia. Eso será suficiente. Un shinobi no mata sin una razón de peso, Kazuma-kun.
»Debemos dormir y prepararnos para mañana. Pero antes, deberíamos asegurar que sabes todo lo que Datsue y yo hemos podido averiguar de esa gente, para facilitar la incursión de mañana — Por si las moscas. Su alumno no había interactuado con ellos prácticamente y era necesario que estuviera enterado de todos los detalles, no de los fundamentales para seguir el argumento de aquella extraña historia.
No sabía mucho de ellos, además de que eran dos, pero, como mínimo, con su jefe serían tres personas en aquella extraña banda. Además, tenían como contacto a un ninja de alto nivel, pero por la forma de hablar de él, no parecía ser cercano al grupo, sino más bien un proveedor al que iban de tanto en tanto para comprar sus técnicas por, probablemente, una gran suma de dinero. Quizá el hombre tuviera algunos conocimientos básicos de fuinjutsu para liberar la técnica, o quizá estuviera activada bajo alguna clase de condición o control remoto. La chica, desde luego, parecía tener conocimientos básicos de ninjutsu elemental, pudiendo utilizar el viento.
Eso era todo lo que sabía. La chica parecía temperamental, el hombre, aparentaba tranquilidad y despreocupación, pero daba la impresión de estar un paso por delante. A ella no le importaba convertirse en el cebo, incluso poniendo su aspecto como medio para lograr sus objetivos. Además, daba buenas bofetadas.
« Espero que le quede claro y no cometa ninguna locura »
Después de repasar todos los detalles, Juro se despidió de su alumno y se marchó a dormir. Él también estaba agotado, pero no estaba seguro de si sería capaz de conciliar el sueño. Los contratiempos le ponían nervioso, y lo de mañana, además de inesperado, podía acabar de muchas formas distintas.
— Perfecto. Entonces no habrá problemas — secundó Juro. El día sería mañana. Así tenía tiempo para prepararse mentalmente sobre los hechos que iban a acontecerse y establecer algún tipo de estrategia. La improvisación sería el factor principal, claro, pero no por eso iba a ir completamente a ciegas.
Cuando todo parecía estar establecido, fue su alumno quien habló, lanzando una pregunta de lo más peculiar. Datsue al instante exclamó la brutalidad del comentario que acaba de soltar. Lo cierto es que Juro precisamente no le había enseñado esa clase de cosas, pero no pudo culpar a su alumno por preguntar. Aunque no lo pareciera, Kazuma tenía una tremenda imaginación e iba directamente al grano en cuanto una duda pasaba por su cabeza.
— Mi alumno tiene mucha imaginación a veces. Ha leído demasiados libros de acción, diría — bromeó.
Datsue alegó que se iba a marchar. Juro lo despidió de manera cordial, sabiendo que mañana les esperaría un día muy largo. Ellos también deberían descansar.
— Está bien que hagas preguntas, no te avergüences — Le aclaró, una vez en la intimidad —. Como comprenderás, no vamos a ponernos a matar a la gente a diestro y siniestro. Necesitamos averiguar qué pasa y qué clase de cosas se llevan entre manos. Si es lo suficientemente grave, los detendremos y los llevaremos ante la justicia. Eso será suficiente. Un shinobi no mata sin una razón de peso, Kazuma-kun.
»Debemos dormir y prepararnos para mañana. Pero antes, deberíamos asegurar que sabes todo lo que Datsue y yo hemos podido averiguar de esa gente, para facilitar la incursión de mañana — Por si las moscas. Su alumno no había interactuado con ellos prácticamente y era necesario que estuviera enterado de todos los detalles, no de los fundamentales para seguir el argumento de aquella extraña historia.
No sabía mucho de ellos, además de que eran dos, pero, como mínimo, con su jefe serían tres personas en aquella extraña banda. Además, tenían como contacto a un ninja de alto nivel, pero por la forma de hablar de él, no parecía ser cercano al grupo, sino más bien un proveedor al que iban de tanto en tanto para comprar sus técnicas por, probablemente, una gran suma de dinero. Quizá el hombre tuviera algunos conocimientos básicos de fuinjutsu para liberar la técnica, o quizá estuviera activada bajo alguna clase de condición o control remoto. La chica, desde luego, parecía tener conocimientos básicos de ninjutsu elemental, pudiendo utilizar el viento.
Eso era todo lo que sabía. La chica parecía temperamental, el hombre, aparentaba tranquilidad y despreocupación, pero daba la impresión de estar un paso por delante. A ella no le importaba convertirse en el cebo, incluso poniendo su aspecto como medio para lograr sus objetivos. Además, daba buenas bofetadas.
« Espero que le quede claro y no cometa ninguna locura »
Después de repasar todos los detalles, Juro se despidió de su alumno y se marchó a dormir. Él también estaba agotado, pero no estaba seguro de si sería capaz de conciliar el sueño. Los contratiempos le ponían nervioso, y lo de mañana, además de inesperado, podía acabar de muchas formas distintas.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60