28/07/2020, 20:46
El noble que acompañaba a Akame, también era un enjuto muchacho de ostentosos harapos y de un porte crecido. Como el de todos esos pomposos miembros de la alta alcurnia, vaya. Miraba con desdén sus alrededores, como quien ya ha paseado por allí un montón de veces, aunque por dentro, Kaido estaba maravillado. La dicotomía con el Distrito Bajo era palpable. El ying y el yang de las clases sociales. Allí en lo más hondo imperaban las mafias y el crimen, y aquí arriba, el dinero y la posición social.
El Palacio estaba custodiado por dos guardias. Akame indagó acerca de qué hacer para entrar, y aunque a Kaido se le había prendido una mecha respecto a lo del túnel, esta vez, no pensó en nada concreto.
—No lo sé. A no ser que uses esos trucos mentales tuyos para follar sus cerebros, quizás vaya siendo hora de entrar a los trancazos. O crear una distracción. ¿Con clones?
El Palacio estaba custodiado por dos guardias. Akame indagó acerca de qué hacer para entrar, y aunque a Kaido se le había prendido una mecha respecto a lo del túnel, esta vez, no pensó en nada concreto.
—No lo sé. A no ser que uses esos trucos mentales tuyos para follar sus cerebros, quizás vaya siendo hora de entrar a los trancazos. O crear una distracción. ¿Con clones?