31/07/2020, 14:55
—Ya... Nosotros antes de... Bueno, mudarnos aquí. Vivíamos con mi abuelo, así que prácticamente estuve trabajando en una pequeña librería que tenía él en su casa. Se hacía bastante ameno, y salvo mover alguna que otra cosa, siempre podía estar sentada en la caja hablando con él o a otra cosa. Si quieres podemos ver alguna película o serie; tampoco me achanto por las de miedo o suspense. Jeje.
— Un día podemos ir a ver a tu abuelo, si quieres, ¿vive muy lejos?
Le sabía mal haber dejado a un hombre mayor a su suerte porque su hija y su nieta se hubiesen mudado. Además, Ren parecía bastante apegada a él, con lo cual seguro que podía conocer muchas historias de su infancia. Esas historias que Ren no querría compartir de ninguna de las maneras, justo las historias que Hana buscaría con desesperación.
— Yo no aguanto demasiado bien el terror, después me pasaré toda la noche temblando como una gelatina. Mis favoritas son las de a... — dudó un segundo antes de seguir — acción, claro. Con super poderes y esas cosas.
Rió nerviosa. No, claro que no. A ver, no le disgustaban, pero sus favoritas eran las de amor. Comedias romanticas, dramas romanticos, romanticismo en general. Pero podía ver en la cara de Ren, en sus ojos, en su mirada, en su expresión, que lo estaba esperando. Esperaba que Hana fuese tan adorable como fuese posible.
Y Hana, puede que hubiese perdido un porcentaje muy grande de autoridad, pero le quedaba algo de dignidad con las que cubrir algunas de sus debilidades. O lo que ella creía debilidades. Y bajo ningún concepto quería que Ren la viese llorar como una magdalena cuando finalmente la pareja protagonista supera los obstaculos que parecian insuperables y consiguen ser felices. Nononononono.
— Un día podemos ir a ver a tu abuelo, si quieres, ¿vive muy lejos?
Le sabía mal haber dejado a un hombre mayor a su suerte porque su hija y su nieta se hubiesen mudado. Además, Ren parecía bastante apegada a él, con lo cual seguro que podía conocer muchas historias de su infancia. Esas historias que Ren no querría compartir de ninguna de las maneras, justo las historias que Hana buscaría con desesperación.
— Yo no aguanto demasiado bien el terror, después me pasaré toda la noche temblando como una gelatina. Mis favoritas son las de a... — dudó un segundo antes de seguir — acción, claro. Con super poderes y esas cosas.
Rió nerviosa. No, claro que no. A ver, no le disgustaban, pero sus favoritas eran las de amor. Comedias romanticas, dramas romanticos, romanticismo en general. Pero podía ver en la cara de Ren, en sus ojos, en su mirada, en su expresión, que lo estaba esperando. Esperaba que Hana fuese tan adorable como fuese posible.
Y Hana, puede que hubiese perdido un porcentaje muy grande de autoridad, pero le quedaba algo de dignidad con las que cubrir algunas de sus debilidades. O lo que ella creía debilidades. Y bajo ningún concepto quería que Ren la viese llorar como una magdalena cuando finalmente la pareja protagonista supera los obstaculos que parecian insuperables y consiguen ser felices. Nononononono.