4/08/2020, 11:51
— ¿Sí? ¡Bien! Haré un trabajo perfecto, Ai-chan. ¡No te arrepentiras!
Ai suspiró aliviada; ya lidiaría con ello como pudiera. Siempre podía darle un manga de alguna colección que tuviera, o un libro de aventuras y mentirle diciendo que ocurría casi al final; sería una mentira piadosa así que ¿qué más daba? Volviendo a excusarse, ya lucharía con ello al final del trabajo. Con un pequeño cuchillo, abrió la parte superior de la caja y tras separar las solapas, dejaría a la vista su contenido; mangas de todos y cada uno de los tipos. Cada muy poco tenía que renovarlos, es cierto que algunos eran más populares que otros, pero siempre alguien se acababa llevando la primera edición por curiosidad, y volvía para continuarla.
—Bueno; todos estos van en la estantería de la izquierda, pero los ponemos por orden alfabético de los títulos — dijo señalando la estantería que estaba contra la pared, sin perder ese extraño aura de felicidad y la sonrisa; cogió unos cuantos, para ponerlos en la parte más alta, así Hana no tendría que volver a por su apoyo. — Dime Hana ¿Qué libros prefieres? ¿Te gustan los mangas? — giró para leer el nombre del autor de uno que no reconocía; y lo dejó en una de las repisas, pues iría más abajo, pero hasta que todas las demás no estuvieran colocadas, no sabría donde sería su lugar.
Ai suspiró aliviada; ya lidiaría con ello como pudiera. Siempre podía darle un manga de alguna colección que tuviera, o un libro de aventuras y mentirle diciendo que ocurría casi al final; sería una mentira piadosa así que ¿qué más daba? Volviendo a excusarse, ya lucharía con ello al final del trabajo. Con un pequeño cuchillo, abrió la parte superior de la caja y tras separar las solapas, dejaría a la vista su contenido; mangas de todos y cada uno de los tipos. Cada muy poco tenía que renovarlos, es cierto que algunos eran más populares que otros, pero siempre alguien se acababa llevando la primera edición por curiosidad, y volvía para continuarla.
—Bueno; todos estos van en la estantería de la izquierda, pero los ponemos por orden alfabético de los títulos — dijo señalando la estantería que estaba contra la pared, sin perder ese extraño aura de felicidad y la sonrisa; cogió unos cuantos, para ponerlos en la parte más alta, así Hana no tendría que volver a por su apoyo. — Dime Hana ¿Qué libros prefieres? ¿Te gustan los mangas? — giró para leer el nombre del autor de uno que no reconocía; y lo dejó en una de las repisas, pues iría más abajo, pero hasta que todas las demás no estuvieran colocadas, no sabría donde sería su lugar.