4/08/2020, 14:26
— No tengo a nadie que me haga "tilin". — se rió al repetir la expresión que había usado Ai, era tan raro que una adulta dijese expresiones tan adorables... — Bueno, tengo a alguien especial, pero es como una hermana.
—Oooooooh, que interesante. ¿Y como se llama? ¿Como-? — dejó los libros para centrar toda su atención en su ayudante; pero antes de que pudiera seguir acosándola a preguntas, el primer cliente del día hizo aparición.
— Buenos dias. Vayya ¿He venido demasiado pronto? — se trataba de un hombre ligeramente alto, ancho pero no tenía sensación de tener mucha grasa en el cuerpo. Vestía de forma muy elegante con una gabardina marrón oscura y un sombrero del mismo color que alzó cuando busco a la dueña.
— Oh, buenos dias. No no. No te preocupes. Estamos todavía terminando de reponer, pero si vienes por algo en concreto, no dudes en preguntarme. Si vienes a echar un vistazo... Pues todavía no hay mucho — volvió a reir con naturalidad.
— No no. Vengo a recoger unos libros sobre plantas. A nombre de Yoshi, Yoshi Yamamoto
—Ah, de acuerdo. ¿Hana te puedes terminar de ocupar de esto? Voy a atender a este cliente — tanto Ai como aquel hombre avanzarón hasta la caja; la joven kunoichi podría ver y escuchar todo sin mucho problema desde donde estaba.
Ai se escondió por un momento bajo el mostrador de madera mientras aquel hombre esperaba delante; enseñaría entonces un sobre que aquel hombre abriría para comprobar el contenido.
—Si, son estos — afirmaría moviendo la cabeza con suavidad; y Ai paso entonces a cobrarle. — ¿Cómo es que no esta tu hermana ayudándote? ¿Ya se ha vuelto a escaquear diciendo que necesita practicar lanzamientos? — añadió con una risotada, sin malicia alguna.
—Oooooooh, que interesante. ¿Y como se llama? ¿Como-? — dejó los libros para centrar toda su atención en su ayudante; pero antes de que pudiera seguir acosándola a preguntas, el primer cliente del día hizo aparición.
— Buenos dias. Vayya ¿He venido demasiado pronto? — se trataba de un hombre ligeramente alto, ancho pero no tenía sensación de tener mucha grasa en el cuerpo. Vestía de forma muy elegante con una gabardina marrón oscura y un sombrero del mismo color que alzó cuando busco a la dueña.
— Oh, buenos dias. No no. No te preocupes. Estamos todavía terminando de reponer, pero si vienes por algo en concreto, no dudes en preguntarme. Si vienes a echar un vistazo... Pues todavía no hay mucho — volvió a reir con naturalidad.
— No no. Vengo a recoger unos libros sobre plantas. A nombre de Yoshi, Yoshi Yamamoto
—Ah, de acuerdo. ¿Hana te puedes terminar de ocupar de esto? Voy a atender a este cliente — tanto Ai como aquel hombre avanzarón hasta la caja; la joven kunoichi podría ver y escuchar todo sin mucho problema desde donde estaba.
Ai se escondió por un momento bajo el mostrador de madera mientras aquel hombre esperaba delante; enseñaría entonces un sobre que aquel hombre abriría para comprobar el contenido.
—Si, son estos — afirmaría moviendo la cabeza con suavidad; y Ai paso entonces a cobrarle. — ¿Cómo es que no esta tu hermana ayudándote? ¿Ya se ha vuelto a escaquear diciendo que necesita practicar lanzamientos? — añadió con una risotada, sin malicia alguna.