14/08/2020, 13:53
—¡Ajá! ¡Sabía que iban por ahí los tiros!
Y menos mal, por que yo no, y seguro que con eso no sólo podía mejorarla, si no que además lograba hacerlo lo suficientemente rápido para tenerla lista para la gran final. Quizás, como movimiento definitivo. Y aunque molaría ganar con el Rasengan, siempre quedaba mucho mejor y más satisfactorio hacerlo con una técnica creada por uno mismo. Claro que, era imposible predecir que pasaría.
—Bueno, compa. ¿Necesitas ayuda con algo más o crees que ya lo vas a manejar desde aquí?
—Creo que desde aquí ya puedo manejarme, solo queda entrenar hasta que mi cuerpo se acostumbre a hacerlo de manera más natural. Muchas gracias.
Quizás sin aquel pequeño consejo la técnica hubiera sido buena, pero no lo suficiente, pero ahora... Ahora seguramente lograría que la técnica funcionase tal y como esperaba que lo hiciera. Ahora era cuestión de entrenar sin parar hasta dominarla.
Y eso es lo que hice. Me despedí de Datsue mientras se marchaba a bañarse al lago partido, y luego me puse a practicar hasta gastar casi todo mi chakra, paraba a leer mientras recuperaba las fuerzas, y luego volvía a entrenar otra vez. Esa sería mi tarde de aquél día.
Y menos mal, por que yo no, y seguro que con eso no sólo podía mejorarla, si no que además lograba hacerlo lo suficientemente rápido para tenerla lista para la gran final. Quizás, como movimiento definitivo. Y aunque molaría ganar con el Rasengan, siempre quedaba mucho mejor y más satisfactorio hacerlo con una técnica creada por uno mismo. Claro que, era imposible predecir que pasaría.
—Bueno, compa. ¿Necesitas ayuda con algo más o crees que ya lo vas a manejar desde aquí?
—Creo que desde aquí ya puedo manejarme, solo queda entrenar hasta que mi cuerpo se acostumbre a hacerlo de manera más natural. Muchas gracias.
Quizás sin aquel pequeño consejo la técnica hubiera sido buena, pero no lo suficiente, pero ahora... Ahora seguramente lograría que la técnica funcionase tal y como esperaba que lo hiciera. Ahora era cuestión de entrenar sin parar hasta dominarla.
Y eso es lo que hice. Me despedí de Datsue mientras se marchaba a bañarse al lago partido, y luego me puse a practicar hasta gastar casi todo mi chakra, paraba a leer mientras recuperaba las fuerzas, y luego volvía a entrenar otra vez. Esa sería mi tarde de aquél día.