16/08/2020, 13:42
La morena solo se limitó a sonreír sin apartar el dedo su propio labio; tenía los ojos entrecerrados y esbozaba un gesto pícaro, mientras con la otra mano todavía sostenía el móvil bien alejado de ella, pero pronto lo dejaría en el suelo al lado del sofá, permaneciendo inmóvil y sin apartar sus ojos de su hermana. Le sostendría la mirada hasta el infinito si así era necesario hasta que Hana hiciera algo, pues no se cansaría de mirarla a los ojos.