17/08/2020, 12:55
—Miente Mantengamos la calma, ¿sí?
(Carisma 20) Kyo no se cree ni por un momento las palabras de Kazuma y se lanza a por él, buscando hacerle un corte en el hombro opuesto al del brazo que sujeta a Uragiri, por miedo a herir a este si atacaba demasiado cerca.
La poca preocupación de Kazuma en Yōgi, fue lo que acabó de convencer a Kyo. Si después se demostraba que había sido Uragiri, ya le ensartaría a él también. De momento, debía impedir que el ninja hiciese más daño.
— ¿Qué le habéis hecho a mi hermano? — exigió saber el espadachin.
_________________________
—Q-quisiera… Ahm… T-tenemos un problema c-con nuestra misión y-y-y… y quisiera q-que Violeta… senpai... nos acompañara. P-para d-demostrar q-que ni usted n-ni nosotros e-e-estamos m-mintiendo. P-por favor. V-verá… N-nos acusaron d-de haber robado e-el maletín q-que teníamos que recuperar… Y luego d-dijeron que Violeta-senpai lo ha-había tomado… ¡Pero sé que Violeta-senpai no lo hizo! ¿V-verdad? ¿P-podría venir conmigo u-un momento? ¿N-nos ayudaría, por favor?
Violeta escuchó con calma a Ranko prácticamente deshaciendose bajo su tacto de puro nerviosismo. Asoció esos nervios a que la situación de verdad era apremiante. La joven kunoichi movió las manos al frente con la intención de ponerlas en posición de súplica, pero al no estar mirando al frente sino a los ojos de Violeta, calculó mal la distancia que las separaba. Posó ambas manos sobre el abdomen desnudo y húmedo de Violeta, sintiendo sus duros músculos.
La mujer no hizo ni un gesto al respecto, sino que miró donde había dejado sus cosas y se apresuró en contestar a su, ahora, kouhai.
— Dame un segundo que me vista y vamos para allá. Pero vas a tener que explicarme la situación de nuevo porque no me he enterado de la mitad. ¿Un maletín?
Dicho eso, se metió entre la maleza y salió un minuto después, con el cabello de nuevo recogido en una coleta larga agarrada a principio y fin, aunque esta vez algo más imperfecta, con varios mechones sueltos. El arma que había recuperado en la cueva la llevaba colgada de la cintura con un pequeño agarre que tenía, no en las manos.
— ¿Vamos? — preguntó a la espera de que Ranko lideraase la marcha.
(Carisma 20) Kyo no se cree ni por un momento las palabras de Kazuma y se lanza a por él, buscando hacerle un corte en el hombro opuesto al del brazo que sujeta a Uragiri, por miedo a herir a este si atacaba demasiado cerca.
La poca preocupación de Kazuma en Yōgi, fue lo que acabó de convencer a Kyo. Si después se demostraba que había sido Uragiri, ya le ensartaría a él también. De momento, debía impedir que el ninja hiciese más daño.
— ¿Qué le habéis hecho a mi hermano? — exigió saber el espadachin.
_________________________
—Q-quisiera… Ahm… T-tenemos un problema c-con nuestra misión y-y-y… y quisiera q-que Violeta… senpai... nos acompañara. P-para d-demostrar q-que ni usted n-ni nosotros e-e-estamos m-mintiendo. P-por favor. V-verá… N-nos acusaron d-de haber robado e-el maletín q-que teníamos que recuperar… Y luego d-dijeron que Violeta-senpai lo ha-había tomado… ¡Pero sé que Violeta-senpai no lo hizo! ¿V-verdad? ¿P-podría venir conmigo u-un momento? ¿N-nos ayudaría, por favor?
Violeta escuchó con calma a Ranko prácticamente deshaciendose bajo su tacto de puro nerviosismo. Asoció esos nervios a que la situación de verdad era apremiante. La joven kunoichi movió las manos al frente con la intención de ponerlas en posición de súplica, pero al no estar mirando al frente sino a los ojos de Violeta, calculó mal la distancia que las separaba. Posó ambas manos sobre el abdomen desnudo y húmedo de Violeta, sintiendo sus duros músculos.
La mujer no hizo ni un gesto al respecto, sino que miró donde había dejado sus cosas y se apresuró en contestar a su, ahora, kouhai.
— Dame un segundo que me vista y vamos para allá. Pero vas a tener que explicarme la situación de nuevo porque no me he enterado de la mitad. ¿Un maletín?
Dicho eso, se metió entre la maleza y salió un minuto después, con el cabello de nuevo recogido en una coleta larga agarrada a principio y fin, aunque esta vez algo más imperfecta, con varios mechones sueltos. El arma que había recuperado en la cueva la llevaba colgada de la cintura con un pequeño agarre que tenía, no en las manos.
— ¿Vamos? — preguntó a la espera de que Ranko lideraase la marcha.