25/08/2020, 18:39
— Me cago en todo... Y ahora ira a alertar a todos. Esto solo se ha complicado más...
Y razón no le faltaba a la kunoichi. Ren caminaría el camino por el que el bandido había salido corriendo. Cuando el paso montañoso acababa y se ensanchaba, ahí le esperaban los dos hombres, el que había huido aún temblaba y el otro tenia una mano donde le había impactado la terrible patada.
Entre ellos, un hombre de larga melena oscura, ojos oscuros y gran altura miraba a la recién aparecida amenazante. Empuñaba dos armas, muy usadas, y cuando la chica estuvo a diez metros, alzó la diestra apuntandola.
— ¡Date la vuelta o tendré que usar la fuerza, sucia amejin!
La musculatura del hombre no tenía nada que envidiar a la de la kunoichi. Su voz era firme como su posición, sin signos de ir a retroceder. Vestía unos pantalones oscuros y ninguna camiseta, con unas sandalias de madera.
Y razón no le faltaba a la kunoichi. Ren caminaría el camino por el que el bandido había salido corriendo. Cuando el paso montañoso acababa y se ensanchaba, ahí le esperaban los dos hombres, el que había huido aún temblaba y el otro tenia una mano donde le había impactado la terrible patada.
Entre ellos, un hombre de larga melena oscura, ojos oscuros y gran altura miraba a la recién aparecida amenazante. Empuñaba dos armas, muy usadas, y cuando la chica estuvo a diez metros, alzó la diestra apuntandola.
— ¡Date la vuelta o tendré que usar la fuerza, sucia amejin!
La musculatura del hombre no tenía nada que envidiar a la de la kunoichi. Su voz era firme como su posición, sin signos de ir a retroceder. Vestía unos pantalones oscuros y ninguna camiseta, con unas sandalias de madera.