5/09/2020, 13:48
Los otros dos hombres se dirigieron a la aldea ante la orden de su líder y Ren no vio ningún problema con ello, les dejó ir tan amigablemente. El, ahora, compañero de la kunoichi empezó a andar y le permitió, sin inmutarse siquiera, a la chica caminar a su lado.
— Me alegra ver que eres tan razonable, niña, digo, compañera. Tal vez deberíamos presentarnos después de un encontronazo como el de antes. Me llamo Shō Kashi. ¿Qué hay de ti, kunoichi?
La vigilaba de reojo esperando algún tipo de acción por parte de la morena, estaba claro que la confianza aún tendría que ganarsela. El hombre estaba convencido que toda la palabrería de la chica no era más que una estrategia para ahora apuñalarle el costado, pero si no era así, le interesaba el trato, así que consideraba sortear ese riesgo.
— Me alegra ver que eres tan razonable, niña, digo, compañera. Tal vez deberíamos presentarnos después de un encontronazo como el de antes. Me llamo Shō Kashi. ¿Qué hay de ti, kunoichi?
La vigilaba de reojo esperando algún tipo de acción por parte de la morena, estaba claro que la confianza aún tendría que ganarsela. El hombre estaba convencido que toda la palabrería de la chica no era más que una estrategia para ahora apuñalarle el costado, pero si no era así, le interesaba el trato, así que consideraba sortear ese riesgo.