7/09/2020, 20:03
(Última modificación: 7/09/2020, 20:22 por Amedama Daruu. Editado 2 veces en total.)
Daruu tuvo que sacudir la cabeza para dejar de estar ensimismado. Sí, el objetivo era informar a Kaido de todo lo que había estado pasando. Si con la historia de las Náyades se había quedado boquiabierto, para esta tendría que agarrarse del asiento.
—Lujos y detalles. No te arrepientas luego. —Daruu se encogió de hombros y soltó una risilla nerviosa—. Kurama es el Kyūbi. El bijū. Tiene un ejército, y ocho Generales, los Generales de Kurama. Shinobi poderosísimos capaces de usar el poder del Kyūbi aún sin ser jinchūriki. —Daruu sonrió y miró la reacción de Kaido—. Sigo, ¿eh?
»Hace un tiempo, una de estas Generales capturó a Ayame y revirtió el sellado del Gobi. Eso significa que el Gobi tomó su cuerpo... —trató de explicar—. Imagínate que el Gobi... que se llama Kokuō, por cierto —aclaró—, toma el control de ti como si fuera ese dichoso "Kaido Ryūto" del que me hablaste. Y tú quedas encerrado en la jaula de Kokuō. Pues eso es lo que le pasó. Kurama quiere que los bijū gobiernen. Kokuō se negó a colaborar y escapó hacia el este.
»La interceptamos en el País del Agua y gracias a la ayuda de Uzushiogakure, revertimos de nuevo el sello.
Esperó, para dar tiempo a Kaido a reaccionar ante tanta sobredosis de información. No obstante, aclaró:
»Tengo más shuriken que lanzarte...
Chiiro hinchó los mofletes y sin pensárselo dos veces le dio una patada en la espinilla a Kōri. Cualquier otra persona en esa situación hubiera comprendido que los calmantes de Kōri podrían dormir a un elefante y que el Hielo necesitaba un merecido descanso. Pero a Chiiro ni siquiera se le pasó en la cabeza eso. Ni siquiera el brazo. Estaba tan interesada en Kaido que...
—¡Kōri-sensei! ¿Por qué está ese chico ahora con mi hermano y mi madre?
—Lujos y detalles. No te arrepientas luego. —Daruu se encogió de hombros y soltó una risilla nerviosa—. Kurama es el Kyūbi. El bijū. Tiene un ejército, y ocho Generales, los Generales de Kurama. Shinobi poderosísimos capaces de usar el poder del Kyūbi aún sin ser jinchūriki. —Daruu sonrió y miró la reacción de Kaido—. Sigo, ¿eh?
»Hace un tiempo, una de estas Generales capturó a Ayame y revirtió el sellado del Gobi. Eso significa que el Gobi tomó su cuerpo... —trató de explicar—. Imagínate que el Gobi... que se llama Kokuō, por cierto —aclaró—, toma el control de ti como si fuera ese dichoso "Kaido Ryūto" del que me hablaste. Y tú quedas encerrado en la jaula de Kokuō. Pues eso es lo que le pasó. Kurama quiere que los bijū gobiernen. Kokuō se negó a colaborar y escapó hacia el este.
»La interceptamos en el País del Agua y gracias a la ayuda de Uzushiogakure, revertimos de nuevo el sello.
Esperó, para dar tiempo a Kaido a reaccionar ante tanta sobredosis de información. No obstante, aclaró:
»Tengo más shuriken que lanzarte...
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Chiiro hinchó los mofletes y sin pensárselo dos veces le dio una patada en la espinilla a Kōri. Cualquier otra persona en esa situación hubiera comprendido que los calmantes de Kōri podrían dormir a un elefante y que el Hielo necesitaba un merecido descanso. Pero a Chiiro ni siquiera se le pasó en la cabeza eso. Ni siquiera el brazo. Estaba tan interesada en Kaido que...
—¡Kōri-sensei! ¿Por qué está ese chico ahora con mi hermano y mi madre?