14/09/2020, 15:13
Las mesas solo mostraban los mismos animales que la última vez, cosa que le hizo suspirar al ver que nada había cambiado. La última puerta daba a la habitación del dueño de la mansión, estando esta abierta. Parecía no haber tenido ningún exito volviendo a recorrer aquellas habitaciones, miró disgustada la última mesa y sus ojos se abrierón levemente.
— Espera. Es la rata ¿La última vez estaba también aquí? — se preguntó en voz alta mientras se acercaba apresuradamente, arrodillándose levemente. A diferencia de los otros, este tenía un color rojo intenso que llamo su atención y un par de abalorios con forma de magatamas alrededor de este.
Se debatió en que hacer, la puerta a la habitación volvia a estar presente pero Nao no parecía estar allí cuando asomo la cabeza. Bueno, gritar siempre era una opción.
—NAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. VEN AQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. NAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO — gritaría a pleno pulmon ayudandose con las manos en los laterales sin salir de aquel lugar.
En la mejor de las situaciones vendría y seguro que sabría como abordarlo perfectamente, parecía saber bastante sobre sellados. Si por el contrario pasaba un buen rato sin respuestas, haría lo que el mismo le pidió; aplicar algo de chakra en la punta de uno de sus dedos para luego posar este sobre el carácter de la rata. Tal vez era simplemente para ver si este reaccionaba.
— Espera. Es la rata ¿La última vez estaba también aquí? — se preguntó en voz alta mientras se acercaba apresuradamente, arrodillándose levemente. A diferencia de los otros, este tenía un color rojo intenso que llamo su atención y un par de abalorios con forma de magatamas alrededor de este.
Se debatió en que hacer, la puerta a la habitación volvia a estar presente pero Nao no parecía estar allí cuando asomo la cabeza. Bueno, gritar siempre era una opción.
—NAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. VEN AQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. NAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO — gritaría a pleno pulmon ayudandose con las manos en los laterales sin salir de aquel lugar.
En la mejor de las situaciones vendría y seguro que sabría como abordarlo perfectamente, parecía saber bastante sobre sellados. Si por el contrario pasaba un buen rato sin respuestas, haría lo que el mismo le pidió; aplicar algo de chakra en la punta de uno de sus dedos para luego posar este sobre el carácter de la rata. Tal vez era simplemente para ver si este reaccionaba.