Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Ante la bravata de Kaido, Umigarasu quiso responder, pero un ataque de tos le interrumpió. Lanzó un esputo al suelo antes de levantarse apoyándose en su bastón de oro.

¿Pulso? —¿Lo conservaba?

De pronto, algo inyectó su cuerpo con la violencia de una cucharada de omoide directamente al estómago. La energía que había estado recogiendo hasta aquel momento, mientras permanecía inmóvil en su trono, se introdujo en su sistema circulatorio con la fuerza de un torrente colándose por unas cañerías oxidadas. Su ojo sano pasó de un verde vivo al azul del mar, y su pupila se vio reducida a apenas una mota de polvo en la inmensidad del océano. Alrededor de los ojos surgieron unas marcas de un amarillo apagado, de un oro polvoriento.

Kaido había visto una transformación parecida hacía no tanto. Akame también, con el consiguiente aumento de chakra repentino.

¿Pulso? Sí, creo que lo conservo. —Su sonrisa se ensanchó—. Pero para dar las cartas hace falta algo más. Un buen ojo, por ejemplo. —La mano zurda subió hasta el parche que cubría su ojo izquierdo y se lo quitó—. Es increíble lo que un fajo de billetes y el contacto adecuado te pueden conseguir. Las Náyades. ¡Menudo grupo! Con ellas sí que haría negocios.

Su ojo izquierdo… Ah, su ojo izquierdo. Brillaba con el carmesí de la sangre recién derramada y su pupila ocupaba todo el iris con una forma de lo más curiosa: asemejaba al timón de un barco. Así era su Mangekyō Sharingan.

Aunque, ¿de qué sirve tener buen ojo si no tienes la sangre fría necesaria para sacar el as bajo la manga en el momento adecuado? Un ojo un tanto desperdiciado —respondió por ellos, y luego miró a Akame—. Claro que las cosas cambian si la persona adecuada te regala su sangre. Menuda suerte sería esa, ¿eh? Porque si dispones de los conocimientos adecuados... Bueno, bueno, quizá ya esté hablando demasiado —dijo, para luego soltar una risa atronadora, como si se riese de un chiste que solo Akame y él pudiesen comprender.

»Basta de cháchara. Acabad con ellos.

La Guardia de Élite solo necesitó un sello. Un sello, y los cuatro Ryūtōs se encontraron de pronto rodeados por un domo. Un domo de veintiún espejos hechos de hielo y que flotaban en el aire. Todos ellos reflejaban la figura de la Guardia de Élite.

¡Vamos, hijos de puta! ¡Demostrad lo que sabéis hacer! —rugió el otro guardia, con la mano cargada de un raiton que chirriaba como una bandada de mil pájaros.


Umigarasu: Inteligencia 100, Poder 100 + 12, CK: 400 + 100

Guardias de Élite: Poder 60, CK: 200

Técnica usada por Guardia Yuki: Hijutsu: Makyō Hyōshō
[Imagen: MsR3sea.png]

Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es

1
1
Responder


Mensajes en este tema
RE: Lo que se esconde tras la niebla - por Sama-sama - 30/09/2020, 21:41


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.