13/10/2020, 23:01
(Última modificación: 13/10/2020, 23:02 por Eikyuu Juro. Editado 1 vez en total.)
Juro se levantó por la mañana, temprano. La cabeza le dolía a horrores y no había podido dormir tanto como le hubiera gustado. Pero le bastaría.
La conversación que tuvieron antes de terminar la noche no fue muy agradable. Saber que ahora el cuchillo apuntaba a su cuello, y no al de los demás, nunca era de buen gusto. Al final, esto le pasaba por involucrarse en mierdas ajenas. Estaba un poco asustado (estaría loco de no estarlo) pero también estaba enfadado. Y nervioso. Incluso anhelante. Nadie debía morir por una estúpida competición y la sangre ya se había derramado. No podía permitirlo nuevamente.
« Incluso si mi vida es la que corre peligro, ese es mi trabajo. Y debo detenerlo » — reflexionó para sí el marionetista. Lejos de salir corriendo, estaba dispuesto a seguir con esto. Ya no solo era por Datsue: era una cuestión personal.
Solo tenía un único arrepentimiento y era el haber involucrado a Kazuma en todo aquello.
— Voy a seguir con esto. Yo me encargaré del saboteador — les había dicho a Datsue y Kazuma aquella noche, instando a que Datsue siguiera con la competencia. No podía depender de su ayuda. Ahora se jugaban mucho.
Antes de marchar, se reunió con su alumno al punto de la mañana y fue más que claro con él. No era un chico que se andara con tapujos, pero, en este momento, aún menos.
— Kazuma-kun, esto va a ser peligroso. Puede que el asesino ataque durante esta prueba. No sé cuanto saben de nosotros pero hay una posibilidad de que a ti no te hayan vinculado con nosotros — le explicó Juro —. Es tu decisión, pero no sé hasta que punto podré controlar la situación ahí. Quizá lo más seguro es que te quedes.
Juro ya lo había decidido. Se aproximaría a las filas, con un camuflaje activo, y fingiría ser otra persona. Se sentaría en segunda o tercera fila, en una posición no muy obvia, pero lo suficientemente cerca como para ver si alguien hacía algo extraño. Y en ese caso, actuaría con sus pequeños trucos de reserva.
La conversación que tuvieron antes de terminar la noche no fue muy agradable. Saber que ahora el cuchillo apuntaba a su cuello, y no al de los demás, nunca era de buen gusto. Al final, esto le pasaba por involucrarse en mierdas ajenas. Estaba un poco asustado (estaría loco de no estarlo) pero también estaba enfadado. Y nervioso. Incluso anhelante. Nadie debía morir por una estúpida competición y la sangre ya se había derramado. No podía permitirlo nuevamente.
« Incluso si mi vida es la que corre peligro, ese es mi trabajo. Y debo detenerlo » — reflexionó para sí el marionetista. Lejos de salir corriendo, estaba dispuesto a seguir con esto. Ya no solo era por Datsue: era una cuestión personal.
Solo tenía un único arrepentimiento y era el haber involucrado a Kazuma en todo aquello.
— Voy a seguir con esto. Yo me encargaré del saboteador — les había dicho a Datsue y Kazuma aquella noche, instando a que Datsue siguiera con la competencia. No podía depender de su ayuda. Ahora se jugaban mucho.
Antes de marchar, se reunió con su alumno al punto de la mañana y fue más que claro con él. No era un chico que se andara con tapujos, pero, en este momento, aún menos.
— Kazuma-kun, esto va a ser peligroso. Puede que el asesino ataque durante esta prueba. No sé cuanto saben de nosotros pero hay una posibilidad de que a ti no te hayan vinculado con nosotros — le explicó Juro —. Es tu decisión, pero no sé hasta que punto podré controlar la situación ahí. Quizá lo más seguro es que te quedes.
Juro ya lo había decidido. Se aproximaría a las filas, con un camuflaje activo, y fingiría ser otra persona. Se sentaría en segunda o tercera fila, en una posición no muy obvia, pero lo suficientemente cerca como para ver si alguien hacía algo extraño. Y en ese caso, actuaría con sus pequeños trucos de reserva.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60