26/10/2020, 14:06
— Muy bien, pasad, pasad. —Les dijo Kabin, permitiéndoles el paso—. Gracias por ser tan puntuales.
— Yo soy Ren, Himura Ren. Asi que supongo que usted... — tras atravesar el marco de la puerta, su voz fue bajando en tono poco a poco al ver el tremendo caos del niterior. — Kabin
— Lo primero que tendréis que hacer es encontrar las vasijas y ayudar a Ryo a cargarlas en el carruaje. —Si miraban a su alrededor, los chicos notarían que encontrar unas vasijas allí sería prácticamente como encontrar una aguja en un pajar—. Serán fáciles de encontrar. Son solo diez y tienen un número del uno al cinco en la tapa.
«¿Qué serán fáciles de encontrar? ¿¡No deberían de estar ya en su sitio, listas para que nos las llevásemos!?» Su mirada recorrió con lentitud toda la habitación, aquel pequeño taller seguramente sería también parte de su casa. El por donde empezar era la pregunta clave, y tras compartir una mirada con el transportista que suspiró como si tuviera ya experiencia; o con aquel artesano, o con gente de ese estilo, la kunoichi miró a Takumi para encogerse de hombros. Tal vez no tuviera telepatía pero pudo leer un claro "Pues tendremos que jodernos" en la expresión de la conocida genin de otra villa.
— Supongo que tendremos que empezar por algún lado asi que... — Dijo acercándose a una de las esquinas de la habitación, donde parecía haber menos caos. — ¿Comenzamos por aquí mismamente, y vamos poco a poco? Con suerte, no nos llevará todo el dia... — Añadió con una leve sonrisa, mostrando entre sus manos una de las vasijas con el número cuatro. — Con números del uno al cinco, y eran diez. Supongo que serán parejas de estos.
— Yo soy Ren, Himura Ren. Asi que supongo que usted... — tras atravesar el marco de la puerta, su voz fue bajando en tono poco a poco al ver el tremendo caos del niterior. — Kabin
— Lo primero que tendréis que hacer es encontrar las vasijas y ayudar a Ryo a cargarlas en el carruaje. —Si miraban a su alrededor, los chicos notarían que encontrar unas vasijas allí sería prácticamente como encontrar una aguja en un pajar—. Serán fáciles de encontrar. Son solo diez y tienen un número del uno al cinco en la tapa.
«¿Qué serán fáciles de encontrar? ¿¡No deberían de estar ya en su sitio, listas para que nos las llevásemos!?» Su mirada recorrió con lentitud toda la habitación, aquel pequeño taller seguramente sería también parte de su casa. El por donde empezar era la pregunta clave, y tras compartir una mirada con el transportista que suspiró como si tuviera ya experiencia; o con aquel artesano, o con gente de ese estilo, la kunoichi miró a Takumi para encogerse de hombros. Tal vez no tuviera telepatía pero pudo leer un claro "Pues tendremos que jodernos" en la expresión de la conocida genin de otra villa.
— Supongo que tendremos que empezar por algún lado asi que... — Dijo acercándose a una de las esquinas de la habitación, donde parecía haber menos caos. — ¿Comenzamos por aquí mismamente, y vamos poco a poco? Con suerte, no nos llevará todo el dia... — Añadió con una leve sonrisa, mostrando entre sus manos una de las vasijas con el número cuatro. — Con números del uno al cinco, y eran diez. Supongo que serán parejas de estos.