2/11/2020, 19:14
Shanise negó con la cabeza, casi al instante. No hubo duda en sus palabras:
—No podemos perder el tiempo en buscar el rastro de alguien que probablemente está muerto —sentenció—. Debo recordaros que no estamos ante un enemigo común. Mientras buscáis información tendréis también que vigilaros las espaldas los unos a los otros.
»Si os topáis con esos chūnin por casualidad, informadme, pero no los tengáis en mente. Tenéis peores cosas de las que preocuparos.
Shanise echó una larga mirada a las dos gemelas. Sus expresiones, tras las máscaras, eran ilegibles. Pero aún así la Arashikage entrecerró los ojos ligeramente antes de decir:
»Coged lo que tengáis que coger y reuníos en la entrada de la villa: partiréis de inmediato. El camino a Yukio puede ser muy traicionero, así que preparáos bien. Y por favor, una vez más... sed prudentes. Prudentes... —Shanise se echó las manos a la cabeza, hilando sus cabellos entre los dedos. Estaba visiblemente preocupada por algo, y era evidente que era algo que Ayame y Kaido desconocían.
—No podemos perder el tiempo en buscar el rastro de alguien que probablemente está muerto —sentenció—. Debo recordaros que no estamos ante un enemigo común. Mientras buscáis información tendréis también que vigilaros las espaldas los unos a los otros.
»Si os topáis con esos chūnin por casualidad, informadme, pero no los tengáis en mente. Tenéis peores cosas de las que preocuparos.
Shanise echó una larga mirada a las dos gemelas. Sus expresiones, tras las máscaras, eran ilegibles. Pero aún así la Arashikage entrecerró los ojos ligeramente antes de decir:
»Coged lo que tengáis que coger y reuníos en la entrada de la villa: partiréis de inmediato. El camino a Yukio puede ser muy traicionero, así que preparáos bien. Y por favor, una vez más... sed prudentes. Prudentes... —Shanise se echó las manos a la cabeza, hilando sus cabellos entre los dedos. Estaba visiblemente preocupada por algo, y era evidente que era algo que Ayame y Kaido desconocían.