14/12/2020, 04:15
Los clones fueron creados y se arrojaron ferozmente a su tarea, pero los acontecimientos solo demostraron lo extraño de la situación. A medida que las réplicas se acercaban a la roca, se les podía ver un cierto andar dificultoso, un casi tropezar, en algunas áreas. Al parecer, a pesar de que sus cuerpos eran sólidos, seguían siendo de chakra, una imitación de la carne. Aquello ponía demasiada presión en su existencia; de tal suerte que cuando, repentinamente, acumularon una cantidad de enorme de chakra, el campo de energía reacciono de forma violenta y los hizo llegar a la implosión. Desde lejos pudo notarse que la técnica no había sido cancelada o agotada, sino que los falsos cuerpos explotaron hacia dentro como si sufrieran una enorme presión externa. El chakra había sido tan corrompido que a Datsue ni siquiera le llegaría la experiencia vivida por sus clones, aunque si el chakra que no había llegado utilizar.
—Ya veo —dijo el otro participante que quedaba, entendiendo que mientras estuviera dentro del radio de influencia de aquella roca la física no sería amigable con el chakra ni con los cambios bruscos.
El muchacho, delgado hasta casi lo raquítico y moreno con un rostro apuesto, pidió permiso al juez y comenzó su intento. Aquello no impedía que Datsue continuase con el suyo, pero si aquel lograba llegar antes su esfuerzo no tendría sentido.
Primeramente, el muchacho hizo un par de sello y apunto con su palma al meteorito:
—Elemento Magnetismo: Voluntad atractiva —dijo, provocando que la roca se vibrara con fuerza. Aun así, y aunque su plan era atraerla hacia él, estaba demasiado lejos y la densidad de la misma era demasiado alta.
Entonces se preparó mentalmente y recurrió a otro movimiento:
—Elemento Magnetismo: Escudo del fuego tenue.
Al principio parecía no haber pasado nada, pero en cuanto comenzó a caminar a su alrededor se manifestó un halo con los colores de la aurora boreal. Así iniciaba su avance, protegido por una suerte de campo magnético; lento en ocasiones, pues cuando su aurora personal se volvía inestable, necesitaba dar un rodeo para evitar las áreas donde la energía era más densa.
Mahito vio como la nube de polvo se levantaba y odio a los fumadores que dejaban aquel monto de cenizas por el suelo. Ahora no podía ver a su enemigo, pero este tampoco podía verle a él. Aprovecho el momento y la conmoción y de un salto cayo tras la barra.
Se tomó un momento y maldijo por lo bajo mientras habría una botella de agua para vaciársela en los ojos, aquel gas de lágrimas le seguía ardiendo como el infierno. En aquella situación las salidas eran pocas: podía retirarse, pero aquello implicaría quedar mal con un cliente importante y perder un excelente pago. La otra opción era matar a su perseguidor, pero aquello, como la experiencia le había demostrado, era más fácil decirlo que hacerlo.
La cosa se ponía difícil, pero debía de confiar en su capacidad: desde detrás de la barra comenzó a preparar un sello explosivo de clase C, esperando a que Juro apareciese. Mientras tanto, un clon suyo se iría acercando, fingiendo temeridad, al lugar en donde se supone que estaría Juro cuando se disipase el polvo.
—Ya veo —dijo el otro participante que quedaba, entendiendo que mientras estuviera dentro del radio de influencia de aquella roca la física no sería amigable con el chakra ni con los cambios bruscos.
El muchacho, delgado hasta casi lo raquítico y moreno con un rostro apuesto, pidió permiso al juez y comenzó su intento. Aquello no impedía que Datsue continuase con el suyo, pero si aquel lograba llegar antes su esfuerzo no tendría sentido.
Primeramente, el muchacho hizo un par de sello y apunto con su palma al meteorito:
—Elemento Magnetismo: Voluntad atractiva —dijo, provocando que la roca se vibrara con fuerza. Aun así, y aunque su plan era atraerla hacia él, estaba demasiado lejos y la densidad de la misma era demasiado alta.
Entonces se preparó mentalmente y recurrió a otro movimiento:
—Elemento Magnetismo: Escudo del fuego tenue.
Al principio parecía no haber pasado nada, pero en cuanto comenzó a caminar a su alrededor se manifestó un halo con los colores de la aurora boreal. Así iniciaba su avance, protegido por una suerte de campo magnético; lento en ocasiones, pues cuando su aurora personal se volvía inestable, necesitaba dar un rodeo para evitar las áreas donde la energía era más densa.
***
Mahito vio como la nube de polvo se levantaba y odio a los fumadores que dejaban aquel monto de cenizas por el suelo. Ahora no podía ver a su enemigo, pero este tampoco podía verle a él. Aprovecho el momento y la conmoción y de un salto cayo tras la barra.
Se tomó un momento y maldijo por lo bajo mientras habría una botella de agua para vaciársela en los ojos, aquel gas de lágrimas le seguía ardiendo como el infierno. En aquella situación las salidas eran pocas: podía retirarse, pero aquello implicaría quedar mal con un cliente importante y perder un excelente pago. La otra opción era matar a su perseguidor, pero aquello, como la experiencia le había demostrado, era más fácil decirlo que hacerlo.
La cosa se ponía difícil, pero debía de confiar en su capacidad: desde detrás de la barra comenzó a preparar un sello explosivo de clase C, esperando a que Juro apareciese. Mientras tanto, un clon suyo se iría acercando, fingiendo temeridad, al lugar en donde se supone que estaría Juro cuando se disipase el polvo.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)