2/01/2021, 06:25
Kaido alzó los hombros. Eso es lo que pasa cuando al escualo se le inspira la lengua. Cree haber lanzado una verborrea espectacular, para que al final nadie le entienda una mierda de lo que quiere decir. En fin. Tuvo suerte con que Yui cambiara el tema rápidamente. Ahora abordarían la vida platónica de Ayame y Daruu y de su vida conyugal. Kaido miró a la muchacha y alzó las cejas al unísono repetidamente.
—¿Vais a vivir siempre bajo la atenta mirada del águila o vas a echar el vuelo de una puta vez? He oído que ahora sabes invocar halcones.
—S... Sí, ahora puedo invocar halcones. Ese era el medio de transporte que sugerí atrás en Amegakure. Un hombre llamado Yokuna me dejó firmar el pacto con su familia.
—Pues, si algo bueno dejó el tiempo que estuve en Dragón Rojo, es que yo también firmé el pacto con una familia animal. De hecho, me concedieron el Gran Pergamino de Invocación... y es la puta hostia. ¡¿A que no adivináis qué animal es?! ¡¿Uhm, uhm?!
—¿Vais a vivir siempre bajo la atenta mirada del águila o vas a echar el vuelo de una puta vez? He oído que ahora sabes invocar halcones.
—S... Sí, ahora puedo invocar halcones. Ese era el medio de transporte que sugerí atrás en Amegakure. Un hombre llamado Yokuna me dejó firmar el pacto con su familia.
—Pues, si algo bueno dejó el tiempo que estuve en Dragón Rojo, es que yo también firmé el pacto con una familia animal. De hecho, me concedieron el Gran Pergamino de Invocación... y es la puta hostia. ¡¿A que no adivináis qué animal es?! ¡¿Uhm, uhm?!