12/01/2021, 18:01
Hacía menos de una semana que había comenzado Despedida, último mes del año, y Takumi disfrutaba tranquilamente de un té de la Pequeña Blanca mientras releía uno de sus varios manuales del arte de las marionetas. La mañana era tranquila y el sol brillaba en el cielo, paliando levemente el frío típico de la temporada invernal, cuando el timbre de su casa sonó. El marionetista agarró su bata y salió a la puerta.
—¿Tsukisame Takumi? —Preguntó un chūnin de largos y rubios cabellos.
—Sí, ¿qué se requiere?
—Le ha sido asignada una misión, —Dijo mientras le ofrecía el pergamino. —reúnase con su compañero de misión en el lugar indicado en el pergamino. ¡Adiós!
—Muchas gracias, iré de inmediato. —Se despidió el kazejin mientras entraba a su hogar para vestirse y prepararse para la misión.
***
Al mismo tiempo pero en un espacio diferente, en la casa del Akimichi, se escucharon unos golpes en la puerta.
—¿Akimichi Ozuru? —Se escuchó una voz femenina tras los golpes. —Vengo a entregarte una misión que te han asignado a primera hora.
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