20/01/2021, 21:43
El cocodrilo que corría tras Ayame paró en seco cuando la kunoichi se subió a las paredes del edificio. Levantó la cabeza un momento, como si acabara de darse cuenta de algo, y miró directamente a los ojos a Umikiba Kaido. Entonces, el reptil volvió a emprender carrera, esta vez hacia nuestro amigo el escualo.
CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP.
Pero en el último instante. El reptil dio un salto por encima de él, un tremendo bote impulsándose con un golpe de la cola en la nieve de Yukio. Ayame, aterrorizada a lo lejos, le vio dar un giro en medio del aire y atizar, también con la cola, a uno de los grandes altavoces que adornaban todo Yuk...
Fue como si una aguja del diámetro de una pelota de tenis les atravesase el cráneo de oído a oído. También como si alguien les arrancase de golpe toda la alegría de vivir. En realidad, como si un edulcorante a los pensamientos acabara de ser retirado de golpe y sus mentes pidieran más, más. No recordar. Dormir. Obedecer. Dormir. Obede...
...no. Llevaban demasiado tiempo haciendo el imbécil en Yukio. ¿Por qué lo habían hecho? ¿Por qué? ¿Por qué?
Quizás ambos pudieran intuir, tras unos minutos, de qué se trataba. Pero solo Ayame lo sabía con certeza: simplemente se había olvidado.
Un Genjutsu les había mantenido hipnotizados durante casi dos semanas.
¡BAM! La puerta de la taberna se abrió de par en par. El gritito asustado del dependiente, que se escondía tras la barra, acompañó a Amekoro Yui afuera. La Tormenta mantenía la cabeza agachada. Estaba furiosa. Furiosa.
Pero no con Ayame.
—Niña, esa música os estaba comiendo el coco.
—...drilo. —Yui resopló. Luego soltó una carcajada—. ¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH ME CAGO EN LOS PELUDOS COJONES DE ESE PUTO ZORRO!!
»¡¡Te crees muy listo, verdad, hijoputa!! —Yui señaló al cielo. Como si desde ahí el Kyuubi pudiera escucharle—. [b]¡¡Vosotros los intelectuales y vuestros trampeos de mierda!! ¡¡PODÉIS SACAROS TODOS LOS TRUCOS DE LA MANGA QUE QUERÁIS, PERO DONDE ESTÉ UN PUTO COCODRILO ENORME NO HAY TONTERÍA QUE VALGA!!
Ahora Yui parecía contenta. O quizás siguiera furiosa. Quién sabe. Por un momento, Amekoro Yui fue la Yui de siempre. La antigua Arashikage implacable —e imprudente— que Kaido y Ayame habían conocido durante casi toda su vida.
Pero Yui no era la misma de siempre. Abatida, dejó caer los hombros y comenzó a caminar a un punto aproximadamente en el centro de sus dos subordinados.
»Nos la han jugado de nuevo, ¿eh...? Tanta planificación... para nada.
CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP, CHOMP.
Pero en el último instante. El reptil dio un salto por encima de él, un tremendo bote impulsándose con un golpe de la cola en la nieve de Yukio. Ayame, aterrorizada a lo lejos, le vio dar un giro en medio del aire y atizar, también con la cola, a uno de los grandes altavoces que adornaban todo Yuk...
¡KRRRIIIIIIIIIIIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEK!
Fue como si una aguja del diámetro de una pelota de tenis les atravesase el cráneo de oído a oído. También como si alguien les arrancase de golpe toda la alegría de vivir. En realidad, como si un edulcorante a los pensamientos acabara de ser retirado de golpe y sus mentes pidieran más, más. No recordar. Dormir. Obedecer. Dormir. Obede...
...no. Llevaban demasiado tiempo haciendo el imbécil en Yukio. ¿Por qué lo habían hecho? ¿Por qué? ¿Por qué?
Quizás ambos pudieran intuir, tras unos minutos, de qué se trataba. Pero solo Ayame lo sabía con certeza: simplemente se había olvidado.
Un Genjutsu les había mantenido hipnotizados durante casi dos semanas.
¡BAM! La puerta de la taberna se abrió de par en par. El gritito asustado del dependiente, que se escondía tras la barra, acompañó a Amekoro Yui afuera. La Tormenta mantenía la cabeza agachada. Estaba furiosa. Furiosa.
Pero no con Ayame.
—Niña, esa música os estaba comiendo el coco.
—...drilo. —Yui resopló. Luego soltó una carcajada—. ¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH ME CAGO EN LOS PELUDOS COJONES DE ESE PUTO ZORRO!!
»¡¡Te crees muy listo, verdad, hijoputa!! —Yui señaló al cielo. Como si desde ahí el Kyuubi pudiera escucharle—. [b]¡¡Vosotros los intelectuales y vuestros trampeos de mierda!! ¡¡PODÉIS SACAROS TODOS LOS TRUCOS DE LA MANGA QUE QUERÁIS, PERO DONDE ESTÉ UN PUTO COCODRILO ENORME NO HAY TONTERÍA QUE VALGA!!
Ahora Yui parecía contenta. O quizás siguiera furiosa. Quién sabe. Por un momento, Amekoro Yui fue la Yui de siempre. La antigua Arashikage implacable —e imprudente— que Kaido y Ayame habían conocido durante casi toda su vida.
Pero Yui no era la misma de siempre. Abatida, dejó caer los hombros y comenzó a caminar a un punto aproximadamente en el centro de sus dos subordinados.
»Nos la han jugado de nuevo, ¿eh...? Tanta planificación... para nada.