30/01/2021, 00:42
Una celebración siempre era más dulce luego de una difícil campaña. Y aquella sin duda había sido dura. Al menos así lo pensaba Kazuma, que había estado carca de la acción, mucho más que cualquier otro espectador.
Sin embargo, su poca experiencia en las vicisitudes de la vida no le permitía apreciar la placidez que cubría a Juro y Datsue. Para gente con recorrido como ellos, lo normal luego de tantos problemas, desgraciadamente, eran pérdidas humanas, seres cercanos heridos, cargos de conciencia y uno que otro horror que les acompañaría por el resto de sus noches. Por tanto, salir de semejante asunto con la posibilidad de sonreír junto a quienes se metieron en problemas con ellos era algo casi idílico.
Por supuesto, la desesperación siempre merodeaba el mañana, pero en el hoy la dicha era la que gobernaba.
Kazuma se llevaría muchos recuerdos de aquella ciudad, y no solo los caros que les obligaron a tomar el transporte más barato de vuelta, sino que también aquellos que le servirían para aprender un poco cómo funcionaba el mundo.
Sin embargo, su poca experiencia en las vicisitudes de la vida no le permitía apreciar la placidez que cubría a Juro y Datsue. Para gente con recorrido como ellos, lo normal luego de tantos problemas, desgraciadamente, eran pérdidas humanas, seres cercanos heridos, cargos de conciencia y uno que otro horror que les acompañaría por el resto de sus noches. Por tanto, salir de semejante asunto con la posibilidad de sonreír junto a quienes se metieron en problemas con ellos era algo casi idílico.
Por supuesto, la desesperación siempre merodeaba el mañana, pero en el hoy la dicha era la que gobernaba.
Kazuma se llevaría muchos recuerdos de aquella ciudad, y no solo los caros que les obligaron a tomar el transporte más barato de vuelta, sino que también aquellos que le servirían para aprender un poco cómo funcionaba el mundo.