1/02/2021, 20:08
(Última modificación: 1/02/2021, 20:27 por Akamatsu Nao. Editado 6 veces en total.)
Viento Gris, Año 220
El clima político de Ōnindo estaba tenso, pero incluso fuera de la ajetreada vida de las aldeas shinobi, el mundo seguía su curso. Con su día a día, con sus cosas buenas y su cosas malas. «A veces me pregunto en que clase de problemas me voy a terminar metiendo.» Nao, un genin literalmente recién graduado, quién pasó de una vida hasta cierto punto normal a formar parte de una aldea oculta que parecía tener que lidiar con varios problemas. Aunque sólo viese las noticias en la prensa, sentía que de pronto el mundo era muy grande y él muy pequeño. Pero aún así estaba dispuesto a enfrentarlo, y el desafío llegó esa misma mañana a su puerta en forma de pergamino marcado con la letra C. «¿En serio me van a mandar a una misión de esta categoría? Alguien me debe tener mucha estima ahí arriba leyendo mi expediente, o están faltos de personal con todo el ajetreo de los últimos meses.»
La misiva llegó temprano en la mañana y apenas pudo recogerla para intentar ver a quién la había dejado, pero parecía que se enfrentaba al cartero más rápido de Amegakure, pues no alcanzó a divisar a nadie. Por lo menos, así tenía tiempo de sobra para alistarse y llegar al punto de encuentro. Sus futuros colegas habrían de recibir un pergamino cada uno de la misma manera. Por su parte, su mayor preocupación era pensar en no dar pena ajena siendo un novato en un caso que parecía algo complejo pese a los imple de su planteamiento. «Pero viéndolo bien, quizá puede salir una buena anécdota de misterio para contar luego.» Todo lo que le sirviera de material para su trabajo, era bienvenido. Y parecía tener una tentadora carnada con este caso.
Se encaminó con su karakasa, protegiéndole de la lluvia mientras llevaba una pequeña mochila con lo estrictamente necesario. ¿Sus compañeros ya habrían llegado? Quería llegar a tiempo, pero no demasiado temprano. No era de los que le gustasen especialmente los momentos de socialización, así que se dirigió a la entrada de la aldea como se le indicó.